Franquista armaba en WhatsApp estrategia para asesinar a Sánchez

España

Francotirador con problemas psicológicos presumía en la red su intención de ultimar a “ese rojo de mierda”.

El presidente del gobierno. (EFE)
José Antonio López
Madrid /

La policía catalana (Mossos d’ Esquadra) detuvo a un ultraderechista que quería matar al presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, luego de que éste anunciara su deseo de exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, un enorme mausoleo en las afueras de Madrid que el dictador mandó construir con mano de obra de los prisioneros de guerra de la vencida República.

Se trata de Manuel Murillo Sánchez, de 63 años, sin historial delictivo, pero sí de problemas psicológicos, experto en el mejor club de tiro olímpico de Cataluña (Vallés) en el que practicaba y competía con éxito desde hacía muchos años hasta convertirse en un experto en armamento; un francotirador avanzado capaz no solo de modificar armas cortas o largas, sino incluso de construirlas.

Este vigilante de seguridad privada —con licencia de armas por su profesión y su afición deportiva— empezó a buscar cómplices a través de WhatsApp para atentar contra Sánchez, según lo adelantó el diario Público, información confirmada después por la casa presidencial de La Moncloa.

La detención tuvo lugar hace tres semanas y fue una usuaria del mencionado grupo de WhatsApp la que advirtió sobre Murillo después de que este último solicitara apoyo para cometer un atentado contra el presidente español.

En concreto, pidió ayuda para obtener la agenda de actos del líder socialista y su localización para acabar —escribió— con ese “rojo de mierda”. A este francotirador le daba igual ser capturado. “Estoy dispuesto a sacrificarme por España”, dijo en el chat. Fue en ese momento cuando la policía recibió el llamado y empezaron a rastrearle.

De acuerdo al diario, que citó fuentes de la investigación, este francotirador era el perfecto lobo solitario. “Un don nadie con permiso de armas, cuya maestría en el tiro no llamaba la atención, igual que no resultaba sospechoso que llevase pistola, pues la necesitaba para su trabajo”, explicó el informante, tras levantarse hace pocos días el secreto del sumario de un proceso que instruye el Juzgado Nº3 de Terrassa (Barcelona), ciudad en la que nació y donde residía cuando fue capturado por los Mossos d’ Esquadra.

Cuando la policía se percató de su habilidad para manejar las armas solicitó la orden de registro y detención del sujeto. En el lugar se encontraron fusiles de diferente calibre y algunos modificados de forma ilegal. El hombre ya se encuentra en prisión incondicional en el Centro Penitenciario Brians-2, en Cataluña.

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