El primer gobierno de extrema derecha de Italia desde la caída del fascismo en la Segunda Guerra Mundial puede comenzar a trabajar luego de que la nueva primera ministra Giorgia Meloni ganó sin problemas el miércoles el segundo de los dos votos de confianza que necesitaba por parte del Parlamento.
Antes de la votación en el Senado, Meloni respondió a las críticas de que sus objetivos políticos de gobierno —expuestos el martes ante la cámara baja— omitían cualquier referencia a la paz como parte de su apoyo a Ucrania y de que sus políticas económicas fomentarían la evasión fiscal y pondrían en peligro importantes fondos provistos por la Unión Europea para la recuperación de la pandemia de covid-19.
En el plano económico, Meloni dijo que seguiría adelante con los planes de retirar los límites a las transacciones en efectivo que los gobiernos anteriores habían promulgado como medida para luchar contra la evasión fiscal, pero que, según Meloni, eran ineficaces. Y dijo que era necesario reasignar parte de los fondos de la Unión Europea para la recuperación pospandemia porque los proyectos se decidieron antes de que la guerra en Ucrania hiciera subir los costos de la energía y las materias primas.
Meloni ganó fácilmente los dos votos de confianza, empezando por el de la cámara baja el martes. En el Senado, el miércoles, 115 votaron a favor de su gobierno de coalición y 79 en contra, con cinco abstenciones. Los votos de confianza son requeridos por la Constitución italiana para los nuevos gobiernos.
"A trabajar de inmediato para responder a las urgencias que afronta Italia", tuiteó Meloni luego de la votación.
Meloni prestó juramento el sábado como la primera mujer que asume el cargo de primer ministro en Italia después de que su partido Hermanos de Italia ganó la mayoría de los votos en una elección parlamentaria el mes pasado, en la que recibió 26 por ciento de los sufragios. Gobierna en alianza con el líder del partido antiinmigración Liga, Matteo Salvini, y el ex primer ministro conservador Silvio Berlusconi.
Meloni se molestó por las críticas de que sus referencias políticas al apoyo de Italia a Ucrania no incluían la palabra paz.
"Si alguien piensa que esto significa que me gusta la guerra, no. Pero hay que entender cómo se llega a la paz... No se llega a la paz agitando una bandera de arcoíris en una manifestación. Es difícil lograr la paz de esa manera", dijo Meloni al Senado.
Reiteró su decisión de apoyar a Ucrania en su defensa contra la agresión rusa, comparándola con su apoyo al principio de legítima defensa contra los intrusos domésticos. Y señaló que apoyar a Ucrania era también fundamental para la legitimidad de Italia en la escena internacional.
Meloni concluyó con un llamado a la oposición para que no obstaculice su gobierno por motivos ideológicos, sino que vote en función del contenido de las políticas.
"No se guarden las críticas, no espero eso, sería un error. Creo en el mérito de la oposición, pero lo que pido es que hablemos de los méritos, no que creemos debates ideológicos", puntualizó Meloni.
dr