La ultraderchista Giorgia Meloni, cuyo partido Hermanos de Italia obtuvo una contundente victoria en las elecciones legislativas del domingo en Italia, reivindicó su rol como futura jefa de gobierno y prometió trabajar para "todos los italianos". En su primer breve discurso tras su histórico triunfo, la líder del partido posfascista celebró el resultado sin precedentes obtenido e intentó tranquilizar a los sectores que no la votaron.
"No somos un punto de llegada, sino de partida. [...] Italia nos ha elegido y no la traicionaremos [...] gobernaremos para todos. Los italianos han enviado un mensaje claro de apoyo a un gobierno de derecha encabezado por Hermanos de Italia", aseguró. "Es tiempo de que los italianos tengan nuevamente un gobierno que sale de una indicación en las urnas y es algo con lo que todos tienen hacer cuentas".
Lamentó que haya sido una campaña electoral "agresiva y violenta" y aseguró que "Italia y la Unión Europea necesitan la contribución de todos ante la situación compleja en la que nos encontramos". También manifestó su pesar por los datos de la abstención, que fueron del 36 por ciento, y aseguró que su objetivo será "reconstruir la relación entre el Estado y los ciudadanos".
En un pasaje de su discurso más sentimental afirmo: "Para nosotros es una noche de orgullo, de rescate y de lágrimas y abrazos, sueños y recuerdos, y es una victoria para los que ya no están", dijo Meloni y añadió que ha llegado el tiempo "de la responsabilidad si queremos hacer historia [...] Tenemos que entender la responsabilidad que nos han dado decenas de millones de italianos, no traicionaremos a esta gente"
¿Cómo quedaron los resultados de las elecciones en Italia?
La ultraderecha conquistó este domingo la tercera economía de la Unión Europea, que por primera vez desde 1945 va a ser gobernada por un líder posfascista, gracias a que se presentó con una coalición de derechas que obtendría en total entre el 36.5 y el 46.5 por ciento de los votos.
La formación de Meloni, se consolidó como la mayor fuerza, pasando del modesto 4.3 por ciento obtenido hace cuatro años al entre 22 y 26 por ciento, un resultado sin precedentes, según los datos a pie de urna de la radiodifusora pública RAI, y supera ampliamente a sus aliados de extrema derecha de La Liga de Matteo Salvini (entre 8.5 y 12.5 por ciento) y Forza Italia (6 al 8 por ciento) del magnate conservador Silvio Berlusconi.
"Tenemos una clara ventaja tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado", se regocijó en Twitter Salvini.
El Partido Democrático (PD), principal partido de la izquierda, no consiguió movilizar al electorado para frenar el avance de la ultraderecha y tuvo que conformarse con una cifra que oscila entre el 17 y el 21 por ciento. También deberán afrontar el fracaso la coalición progresista, a la que las proyecciones le dan un 26.14 por ciento, y en particular el líder del partido, Enrico Letta, que podría ser una de las víctimas electorales después de que la formación haya caído.
"Somos la primera fuerza de oposición y la segunda fuerza política y tenemos que hacer una oposición importante ante Europa y ante nuestro país en este momento delicado", dijo su portavoz en la Cámara de los diputados, Deborah Serracchiani, en la primera declaración del PD frente a este fracaso.
Letta intentó formar sin éxito un frente amplio para "frenar a la derecha" y los resultados electorales muestran que si se hubieran aliado el PD, el M5S y los centristas habrían podido conseguirlo, ya que la ley electoral beneficia a las grandes coaliciones.
En tanto, los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5E) obtuvieron entre el 13.5 y el 17.5 por ciento de los votos, por debajo de su histórico puntaje de más del 30 por ciento logrado en 2018, pero mejor de lo estimado en las encuestas, siendo el ex primer ministro Guiseppe Conte otro de los protagonistas de la noche, siendo la tercera fuerza política.
Uno de los datos más esperados al cierre de los colegios era el de la abstención, ya que se preveía amplia y así ha sido: un 35 por ciento de los italianos no acudieron a las urnas, una cifra que se convierte en la más alta en la historia de los comicios generales italianos, al superar el 27 por ciento de 2018.
En particular se ha notado una bajada del voto en el sur, donde sin embargo Conte y el M5S han obtenido sus mejores resultados, con más del 40 por ciento de los votos de Nápoles, debido a su lucha por mantener algunas medidas sociales, como la renta de ciudadanía para las personas más vulnerables.
¿Cómo celebró la ultraderecha europea y de Latinoamérica la victoria de Giorgia Meloni?
Los líderes de las principales formaciones de la ultraderecha europea han celebrado esta noche el triunfo del partido Hermanos de Italia en las elecciones del país transalpino y han querido felicitar a su líder Giorgia Meloni, quien se convertirá en la primera mujer en gobernar Italia.
En España, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha dicho, después de conocerse los resultados electorales, que "millones de europeos tienen sus esperanzas puestas en Italia".
En su cuenta de la red social Twitter, Abascal ha apuntado que la líder de los Hermanos de Italia "ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas, capaces de cooperar para la seguridad y la prosperidad de todos".
Desde Francia, también en un tuit, el eurodiputado del Agrupación Nacional y candidato a la presidencia del partido de Marine Le Pen, Jordan Bardella, ha apuntado que "los italianos han dado una lección de humildad a la Unión Europea, que, por boca de la señora Von Der Leyen, ha pretendido imponer el voto".
Bardella agregó que "ninguna amenaza de ningún tipo puede detener la democracia: ¡los pueblos de Europa levantan la cabeza y toman su destino en sus manos!".
Por su parte, Balázs Orbán, director político del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, felicitó en la misma red social a los líderes de la coalición de derechas italiana (Giorgia Meloni, Matteo Salvini y Silvio Berlusconi) y ha apuntado que "en estos tiempos difíciles, necesitamos más que nunca amigos que compartan una visión y un enfoque comunes de los desafíos de Europa". Al final de su mensaje ha añadido: "Viva la amistad húngaro-italiana".
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, se ha limitado a publicar un "felicidades" dedicado a Meloni, al igual que el ex primer ministro esloveno Janez Janša, que ha extendido la congratulación a Salvini y a Berlusconi.
La miembro del ultraderechista Alternativa para Alemania en el Bundestag, Beatrix von Storch, felicitó "a toda la alianza de centro-derecha", al tiempo que ha indicado que "junto con nuestros amigos alrededor de Salvini, Giorgia Meloni puede construir un gobierno fuerte de derecha".
"Suecia en el norte, Italia en el sur: los gobiernos de izquierda son cosa del pasado", ha incidido.
En el lado de América Latina, el diputado y uno de los aspirante a la presidencia de Argentina, Javier Milei, celebró la victoria de Meloni en sus redes sociales con un breve mensaje, diciendo que es "un cambio de época" en Italia y en el resto del mundo.
En tanto, el ex candidato presidencial chileno, José Antonio Kast, aseguró que "los italianos han hablado fuerte y claro" y le deseó "mucho éxito en su inagotable trabajo por defender y amar la libertad, la familia y el progreso de Italia".
Por su parte, el hijo del presidente de Brasil, Eduardo Bolsonaro, aseguró igualmente en sus redes sociales que "Como Brasil, Italia es ahora “Dios, patria y familia”.
"Felicitaciones a Giorgia Meloni, quien será la primera mujer en gobernar Italia, pero escucharán en los medios que ganó el "fascismo de extrema derecha. Como Brasil, Italia es ahora “Dios, patria y familia”.
¿Cómo fue el ascenso de Meloni hasta ser casi la primera ministra?
El vertiginoso ascenso de Meloni se debe en buena parte a que fue la única que se opuso por 18 meses al gobierno saliente del economista Mario Draghi, lo que le ha favorecido para recoger el descontento de los italianos ante la inflación, la guerra y las restricciones por la pandemia.
La formación fundada a finales de 2012 con ex simpatizantes de Berlusconi y figuras de la derecha neofascista superó al Partido Democrático (PD) de Enrico Letta, que pactó solo una alianza con un pequeño sector de la izquierda ecologista.
La líder posfascista, de 45 años, admiradora durante su juventud de Benito Mussolini, conocida por su lenguaje directo y eficaz desde sus años de líder estudiantil en Roma, podría convertirse también en la primera mujer que llega a la jefatura de gobierno en Italia.
Junto con sus aliados promete recortes de impuestos, el bloqueo de los migrantes que cruzan el Mediterráneo, así como una ambiciosa política familiar para impulsar la tasa de natalidad de uno de los países con más ancianos en el mundo.
La victoria de una líder antieuropeísta y nacionalista genera muchos interrogantes en Europa y cambia el rostro de Italia, ya que pondría en cuestión su posición sobre la Unión Europea, pues aboga por una revisión de sus tratados y hasta por su sustitución por una "confederación de Estados soberanos".
La representante, que no teme defender a una derecha pura y dura, se identifica con el lema "Dios, patria y familia", y promete luchar contra los grupos de presión gay y las "teorías de género". La ganadora de los comicios se convierte así en figura clave para un eje radical de derechas en Europa que pasa por Suecia, Polonia y Hungría.
El gobierno que surja de las elecciones, que tomará posesión a finales de octubre, tendrá de todos modos un camino sembrado de escollos y sin mucho margen de maniobra. Tendrá que gestionar la crisis provocada por una inflación galopante, mientras Italia ya se derrumba bajo una deuda que representa el 150 por ciento del PIB, la más alta de la zona euro detrás de Grecia.
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