La líder del ultraderechista partido Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia), Giorgia Meloni, antieuropeísta y nacionalista, tiene la posibilidad concreta de ser la primera ministra de Italia tras las elecciones del 25 de septiembre, lo que ha puesto a temblar a media Europa.
Abierta admiradora del líder fascista Benito Mussolini, Meloni es la favorita en todos los sondeos, quien se ha mantenido durante toda la legislatura en la oposición, conocida por su lenguaje directo y eficaz desde sus años de líder estudiantil en Roma, se convertiría además en la primera mujer que llega a la jefatura de gobierno.
La veterana política, miembro de la Cámara de Diputados desde el 2006, no ha tenido pelos en la lengua para criticar al gobierno saliente de unidad nacional liderado por el prestigioso economista Mario Draghi. Fue en efecto la única fuerza que se opuso por 18 meses a su coalición, lo que le ha favorecido para recoger el descontento de los italianos ante la inflación, la guerra y las restricciones por la pandemia.
"Tuvimos tres gobiernos distintos, tres mayorías distintas, pero no funcionaron. Porque los únicos gobiernos que funcionan son los que tienen la mayoría con una visión compartida", declaró Meloni mientras celebraba el jueves en la emblemática plaza Vittorio de Roma la renuncia de Draghi.
La salida del ex presidente del Banco Central Europeo, quien tuvo que renunciar al cargo al perder el apoyo de tres aliados, abre el camino para que una representante del postfascismo gane las elecciones que se celebrarán en septiembre.
La ultraderechista Liga de Matteo Salvini y la derecha moderada de Forza Italia de Silvio Berlusconi se han aliado con Hermanos de Italia para lograr la victoria, que según los sondeos sumaría el 48% de los votos. Una victoria que para muchos observadores cambiaría el rostro de Italia, ya que pondría en cuestión su posición sobre la Unión Europea, pues aboga por una revisión de sus tratados y hasta por su sustitución por una "confederación de Estados soberanos".
Giorgia Meloni, allegada a Vox y al PiS polaco
Hermanos de Italia es miembro junto a los polacos de Ley y Justicia y los españoles de Vox, del grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que, aunque son vistos con recelo, no son considerados parias por parte de la actual Comisión Europea.
La "ultraderecha 2.0" de los Hermanos de Italia
El escritor y actor italiano Moni Ovadia, famosa personalidad antifascista, reconoció recientemente en una entrevista en la televisión "las capacidades" de Meloni, pero admitió que teme que con ella se legitime a los numerosos movimientos y formaciones ultraderechistas que históricamente la han sostenido.
Recientemente el líder histórico de los neofascistas de Casa Pound, Simone Di Stefano, conocido por sus manifestaciones violentas contra los migrantes, anunció su paso a las filas de Fratelli d'Italia. Muchos de los cuadros y dirigentes del partido tienen un controvertido pasado por sus conexiones con el fascismo y el neofascismo y varios de ellos hacen el saludo romano fascista en encuentros privados.
¿Pondrán convertirse en clase dirigente de la tercera economía de la UE? se interroga el diario Il Fatto Quotidiano que ha publicado este viernes una investigación con los escándalos por reciclaje y corrupción en los que están involucrados alcaldes y concejales de Hermanos de Italia en toda la península.
Fundado en 2012 tras el fracaso del Pueblo de la Libertad, el proyecto con el que Berlusconi quería reunir en una sola formación toda la centro-derecha, Hermanos de Italia es hijo de la Alianza Nacional de Gianfranco Fini y nieto del Movimiento Social Italiano, el partido posfascista de Italia de la segunda mitad del siglo XX.
A la afirmación de que sus aliados Silvio Berlusconi de Forza Italia y Matteo Salvini de la Liga "no tienen tan claro" que sea ella la primera ministra, Meloni afirmó: “Espero que ese no sea el caso. Confío en que las tácticas se dejen de lado".
"No cambiaré el contenido", asegura Meloni
Meloni, que ha trabajado duro en estos años para construirse un perfil de líder seria y popular, publicó el año pasado su autobiografía titulada "Io sono Giorgia. Le mie radici, le mie idee" (Soy Giorgia. Mis raíces, mis ideas), en el que explica la importancia de defender la familia, la patria, la identidad religiosa y la sexual. Concluye con estas palabras: "Soy Giorgia. Soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana. No me lo quitarán".
“Yo cambiaría el tono, no el contenido, porque son cosas que he dicho muchas veces. Pero cuando dices cosas con tanta determinación, hay que decirlas en otro tono", señala en una entrevista publicada hoy en el diario italiano La Stampa."Cuando me volví a ver, no me gustaba. Cuando estoy muy cansada, sucede que soy incapaz de modular un tono apasionado que no sea agresivo", añadió.
En junio pasado, durante su discurso en Marbella (España) en apoyo a la candidata de Vox, Macarena Olona, para las elecciones regionales en Andalucía y hablando en español, Meloni dijo: "No al lobby LGBT, no a la ideología del género, sí a la universalidad de la cruz".
Meloni, en contra de todo lo "europrogresista"
Sus posturas son principalmente contra el matrimonio igualitario, el aborto, la eutanasia —al grado de quererlas prohibir en la Constitución Italiana—, así como medidas radicales contra la migración—como no dar nacionalidad a extranjeros ni permitir la migración legal de no europeos—, es defensora de las armas de fuego, de abolir las leyes contra la discriminación y el negacionismo fascista, así como defender una postura contra la Unión Europea.
Meloni también aseguró que en política exterior es atlantista y se mostró a favor de seguir enviando armas a Ucrania. Respecto a un artículo del diario The New York Times que la retrataba como un peligro para Italia, la líder de Hermanos de Italia asegura que se trata de una "estrategia irresponsable" de la izquierda italiana.
"Van diciendo que si Meloni gana, Italia será absorbida por un agujero negro. Una estrategia irresponsable. Como se ha demostrado con la posición de nuestro partido sobre Ucrania, no hay nada que temer. Este juego de aterrorizar a los mercados tiene un propósito", criticó.
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