La niña activista sueca Greta Thunberg participó en el plenario de la Cumbre del Clima de Madrid (COP25), acompañada por personajes de alto nivel, donde volvió a criticar a los políticos, de los que dijo “son un peligro”; no obstante, añadió, “hay esperanza” para revertir el cambio climático y ésta viene de la gente.
“Estamos desesperados por cualquier señal de esperanza. Hay esperanza, yo la he visto, pero no viene de los gobiernos ni las corporaciones, viene de la gente”, expresó. “Es la opinión pública la que gobierna el mundo libre. De hecho, cada cambio en la historia ha venido de la gente. No podemos esperar, debemos efectuar el cambio ahora. Nosotros, la gente”.
Se trató de la participación más importante de Greta, aunque oficialmente no fue agendada por la COP, la niña utilizó las redes sociales para comunicar su presencia en la sala Baker de la Feria de Madrid (Ifema), sede del evento.
Dijo que los cambios necesarios para evitar los peores efectos del cambio climático no están a la vista.
“El peligro viene de políticos y directivos de empresas que parece que actúan, pero lo que están haciendo es contabilidad creativa y propaganda”, afirmó Thunberg. Antes, la activista avisó que en esta ocasión evitaría pronunciar sus famosas frases (“Nuestra casa está en llamas” o “¿Cómo te atreves?”) para centrarse en la evidencia científica.
Explicó el cambio de actitud: “Hace un año y medio, yo no hablaba con nadie a menos que no tuviera más remedio. Luego encontré algo que decir. Y aprendí que, para llamar la atención, a menudo hay que decir algo personal, como: “¿Cómo te atreves? Pero desde entonces me he dado cuenta de que la gente se quedaba con esas palabras y no con el problema climático detrás. No recuerdan por qué lo dije”.
De este modo, Greta Thunberg se despojó de la agresividad que mostró en la Cumbre de la ONU en Nueva York del pasado septiembre para arroparse con datos científicos y económicos, y mostrar una cara más dulce y conmovedora.
La joven recordó los límites de los compromisos de reducción de emisiones, que no incluyen fuentes importantes y permiten maquillar emisiones y externalizarlas a otros países.
Indicó que en la COP25 de Madrid deberían encontrar soluciones “holísticas” a la crisis climática en lugar de convertirse en “una oportunidad para que los países negocien con triquiñuelas”, en referencia al mercado de emisiones de CO2.
Urgió a los países ricos a hacer “su parte” y a “hacer más” que los países pobres, recordando que solo 100 empresas son responsables del 71por ciento de emisiones globales, los países del G20 representan casi el 80 por ciento de emisiones totales y el 10 por ciento de la población más rica produce la mitad del CO2. “Tenemos trabajo que hacer, pero algunos tienen más trabajo que hacer que otros”, consideró.
La expectación que genera la joven activista sueca entre la sociedad civil no se ha trasladado ayer a las partes negociadoras de la Cumbre del Clima, ya que en el plenario se observaba que muchas de las delegaciones no han acudido a escuchar a Greta.
Antes que la joven activista, hablaron en el pleno Gonzalo Muñoz, representante del gobierno chileno; la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera; el científico sueco Johan Rockström y la directora ejecutiva de la ONG Greenpeace, Jennifer Morgan.
jamj