El papa Francisco advirtió que el último episodio de violencia en Tierra Santa sólo perjudica a las opciones de alcanzar la paz y llamó a revivir los esfuerzos de diálogo y justicia.
Francisco dijo estar "muy preocupado y dolido" por el derramamiento de sangre y expresó "gran dolor por los muertos y los heridos" y por todos los que están sufriendo. Dirigiendo a miles de fieles en una oración al término de su audiencia general semanal, el pontífice argentino señaló que el uso de la violencia nunca puede generar paz.
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"La guerra engendra guerra, la violencia engendra violencia", dijo el Papa.
Francisco no mencionó directamente a israelíes ni palestinos en su declaración, sino que instó a todas las partes y a la comunidad internacional a "renovar su compromiso para que prevalezcan el diálogo, la justicia y la paz".
El pontífice sí tuvo un recordatorio especial para los musulmanes que celebran el Ramadán, diciendo: "Que este tiempo privilegiado de oración y ayuno ayude a los que caminan por el camino de Dios, que es el camino de la paz".
Su llamado se produjo después de que soldados israelíes mataron a 59 palestinos e hirieron a cientos más en las multitudinarias protestas celebradas el lunes en la frontera entre Gaza e Israel, dentro de una campaña que busca acabar con el bloqueo fronterizo impuesto por Israel y Egipto sobre la Franja en 2007, cuando el grupo insurgente Hamas se hizo con el control del territorio.
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La violencia coincidió con la inauguración de la nueva embajada de Estados Unidos en Jerusalén tras su traslado desde Tel Aviv. Los palestinos consideran a Jerusalén Este, una zona anexionada por Israel, como la capital de su futuro Estado.
Francisco ya respondió en su día a la decisión de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel pidiendo respeto para el status quo de la ciudad santa. El Vaticano busca desde hace tiempo un estatus garantizado internacionalmente que proteja su carácter sagrado para judíos, musulmanes y cristianos.
gcc