El presidente ruso, Vladímir Putin, condecoró con honores a título póstumo a las 14 víctimas que tripulaban el submarino que se incendió el pasado lunes.
Los oficiales murieron en el mar de Barents el lunes, pero el accidente no se hizo público hasta un día después. El gobierno ruso declaró que los detalles de la tragedia constituyen un “secreto de Estado” y que los marinos cumplían una misión de entrenamiento cerca de la costa.
El viernes el Ministerio de Defensa confirmó que el submarino funcionaba con energía nuclear y que el fuego se generó en el compartimento de baterías, pero que no afectó al reactor nuclear.
El funeral, cerrado a la prensa, tuvo lugar en el cementerio Serafimovskoye de San Petersburgo, en medio de fuertes medidas de seguridad.
“Tienen que comprender que la identidad de la mayoría de la gente aquí reunida es secreta y que no deben mostrarse sus rostros”, indicó un representante del Ministerio de Defensa.
IRÁN SUBIRÁ HASTA 5% URANIO
El gobierno de Irán podría aumentar las reservas de uranio hasta 5 por ciento con fines “pacíficos”, declaró un consejero para asuntos internacionales del guía supremo iraní, Ali Jamenei, después de que la República islámica anunciara que superará el límite de uranio enriquecido impuesto por el acuerdo sobre su programa nuclear.
En tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, analizó con su homólogo iraní, Hasan Rohaní, la forma de restablecer el diálogo con todas las partes sobre el programa nuclear de Teherán y le manifestó su “fuerte preocupación” por el riesgo de que el acuerdo resulte todavía más debilitado.
Por su parte, el presidente estadunidense, Donald Trump, y la primera ministra británica, Theresa May, hablaron, luego de que fuera interceptado un petrolero iraní, “de la cooperación entre ambas naciones para promover sus intereses comunes en términos de seguridad nacional”, indicó ayer la Casa Blanca.