Cataluña celebró hoy su día y todo bajo el mismo objetivo de los últimos años: la exigencia de la independencia de esta región del resto de España, aunque también se pidió la libertad de los políticos soberanistas encarcelados y los que huyeron al extranjero.
Esto se realizó durante una gran manifestación encabezada por el presidente de Cataluña y el líder del Parlamento local, Quim Torra y Roger Torrent, respectivamente.
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La marcha fue convocada por los colectivos independentistas Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y se realizó en la principal avenida de Barcelona, la Diagonal.
La manifestación volvió a colapsar el centro de Barcelona. 460 mil personas se inscribieron para participar en el acto.
Una imagen de un rey de bastos boca abajo con una porra en la mano, en alusión al Rey Felipe, apareció en uno de los murales de la manifestación. En ellos se dibujaron ilustraciones que mostraron las adversidades y dificultades que impiden que Cataluña sea un estado independiente, según los soberanistas.
Los organizadores eligieron el lema “Hagamos la República catalana” cuyo propósito fue defender la implementación del referendo ilegal independentista del pasado 1 de octubre, en los mensajes trasladados por los principales líderes políticos las alusiones a los presos y huidos fueron constantes.
El presidente Torra aprovechó su mensaje institucional para denunciar que lo que fractura la sociedad es “la falta de libertad”. Su antecesor, Carles Puigdemont, que huyó a Bélgica tras declarar la soberanía de Cataluña, también animó a los suyos en un mensaje grabado en video. “Persistiremos hasta lograr la independencia”, reclamó Puigdemont.
Al conmemorar el primer año desde los acontecimientos de septiembre y octubre pasado que llevaron a la declaración unilateral de la independencia, el Día de Cataluña de este martes marcó también el punto de partida a la escalada de la movilización a la que llamó el presidente Quim Torra y el conjunto del gobierno catalán.
En el seno del Ejecutivo independentista existe un consenso para tratar de sostener la protesta en la calle durante este otoño, hasta que se produzca el juicio a los presos y se dicten las sentencias.
A partir de ese punto, las opiniones sobre el camino a seguir difieren en función de los partidos. Mientras el propio Torra abandera la idea de responder desde la Generalitat con un desacato de los fallos judiciales si estos son condenatorios (aunque no aclara cómo piensa hacerlo).
Otros como el encarcelado Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana, lanzaron claros gestos de rechazo a esta estrategia. Junqueras recientemente rechazó en entrevista que la vía unilateral hacia la independencia tenga viabilidad.
No obstante, según los analistas, sea cual sea la postura que gane, lo cierto es que toda la táctica del independentismo gira ahora en torno a los presos que se mantiene por haber decretado la independencia cuando el entonces gobierno de Mariano Rajoy ya les había advertido que, de hacerlo, irían a la prisión por desacato a la Constitución de España.
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