Los primeros ministros de Italia, Matteo Renzi y Giuseppe Conte ponen a prueba la estabilidad en el gobierno; en que el primero, líder de Italia Viva de centroizquierda, posee una baja popularidad y que la clase política busca la permanencia de quien ha estado al frente de la gestión de la pandemia de covid-19 en el país.
Renzi coordinó la renuncia de dos ministros de su pequeño, pero clave, partido Italia Viva. El resultado de su jugada se aclarará esta semana, cuando el premier Giuseppe Conte se dirija a ambas cámaras del Parlamento. Si Conte logra obtener apoyo, podría formar lo que sería su tercer gobierno de coalición desde las elecciones de 2018 de Italia.
¿Qué hizo Renzi para llevar a otra crisis política en Italia?
Esta no es la primera incursión de Matteo Renzi como un iconoclasta que agita la política italiana. Se convirtió en premier en 2014 al moverse para sacar y destituir abruptamente a su entonces colega del Partido Democrático, Enrico Letta, como el líder de Italia. El mismo Renzi salió del poder tres años después tras apostar su popularidad en un referendo constitucional que fracasó.
El ex alcalde de Florencia podría derrocar a Conte. Acusa extensamente al premier de no lidiar de forma adecuada con la crisis de coronavirus y afirma que sólo sigue su conciencia, a un gran costo político.
“Italia Viva no empezó la crisis. Ya lleva meses”, afirmó el político de de 46 años de edad durante una conferencia de prensa la semana pasada.
La renuncia de dos ministros en el gobierno de Conte
Con la renuncia de los ministros de Italia Viva, Conte tratará de obtener apoyo entre los legisladores independientes del parlamento. Todavía tiene el apoyo del Partido Democrático y el Movimiento 5 Estrellas, que ha tachado de irresponsable la movida de Renzi.
Conte defenderá su punto en la cámara baja el lunes y en el Senado el martes. Una votación por aclamación se llevará a cabo tras cada presentación, equivalente a un voto de confianza.
Si no logra suficiente apoyo, Conte probablemente presente su renuncia al presidente italiano Sergio Mattarella. En ese caso, podría instituirse un gobierno técnico.
Los analistas consideran que convocar a nuevas elecciones es el resultado menos probable debido a la dificultad de llevar a cabo una campaña política y elecciones durante la pandemia.
También hay preocupaciones de que la oposición de la extrema derecha, liderada por Liga Norte, de Matteo Salvini, y Hermanos de Italia con Giorgia Meloni, se fortalezca y posiblemente lidere un nuevo gobierno. A la actual mayoría le gustaría mantenerse por lo menos hasta enero de 2022, cuando debe elegirse un nuevo presidente.
El gran escollo para la continuidad del gobierno es el Senado, donde, hasta el momento, no parece que Conte tenga los 161 votos que le darían la mayoría absoluta y le permitirían seguir gobernando, al faltarle los apoyos de los 18 senadores de Italia Viva.
Los medios italianos aseguran hoy que Conte está aún muy lejos de conseguir los 161 votos en el Senado, pero que ha decidido seguir con su intención de acudir al Parlamento para someterse a una cuestión de confianza pase lo que pase.
Un objetivo mucho más asequible pero que garantizaría mucha menos legitimidad política. Aunque la Constitución permite seguir gobernando con mayoría simple en una de las Cámaras, en caso de que Conte no llegue a los 161 votos la palabra podría pasar al jefe de Estado, Sergio Mattarella, que quiere resultados más estables.
Si Conte supera el voto de confianza en el Senado, pero sin la mayoría absoluta, podría así ganar tiempo para intentar consolidar la mayoría después con más calma. No está claro si en este escenario dimitiría de todos modos, siempre con el objetivo de recuperar el mandato de Mattarella para formar un tercer gobierno con una nueva mayoría.
¿Qué se juega en esta crisis política?
Italia espera recibir 222 mil millones de euros de los fondos de recuperación de la Unión Europea, dinero que es crucial para modernizar al país y a su debilitada economía.
Aunque Conte tenía amplio apoyo durante la devastadora primera ronda del coronavirus en el primer semestre de 2020, daños a su popularidad han surgido durante el resurgimiento.
A cuatro meses del sistema de restricciones escalonadas del gobierno, las nuevas infecciones diarias confirmadas permanecen elevadas y la tasa de muertes de Italia por la pandemia es de 81 mil 800, la segunda más elevada en Europa después de Reino Unido.
También se teme por la prórroga de la prohibición de despedir empleados debido a la pandemia, que expirará a finales de marzo. Ya que con el nuevo decreto se deberían financiar otras 18 nuevas semanas de seguro para los sectores más afectados por la crisis.
Además, se corre el riesgo de tener repercusiones también en el plan de vacunación, ya que de los 3 mil millones previstos para destinarse a la atención sanitaria, mil 500 millones irían a la adquisición de vacunas.
dmr