El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tachado a su homólogo ruso Vladimir Putin de "criminal de guerra" y "carnicero" que no debería "permanecer en el poder", y además ahora lo considera culpable de "genocidio", unos calificativos cada vez más duros que pilla desprevenidos a sus aliados y colaboradores.
Cuando el presidente de Estados Unidos se dirigió el martes hacia donde estaban los periodistas que lo esperaban antes de su regreso a Washington, tras una visita al estado rural de Iowa, surgió una pregunta: ¿cree que Vladimir Putin comete un "genocidio" en Ucrania?
Un poco antes, casi de pasada, durante un discurso sobre inflación y biocombustibles, el mandatario de Estados Unidos usó por primera vez el término de genocidio.
"El presupuesto de tu familia, tu capacidad para llenar el depósito, nada de eso debería depender de que un dictador declare la guerra y cometa genocidio al otro lado del mundo", dijo.
Rápidamente la Casa Blanca avisó a los periodistas que habría una aclaración. Pero más tarde Joe Biden lo mantuvo: "Sí, lo llamé genocidio".
Aclaró, eso sí, que "los abogados, a nivel internacional" decidirán sobre la calificación de genocidio, que el derecho internacional define como un "crimen cometido con la intención de destruir en todo o en parte a un grupo nacional, étnico, racial o religioso". Pero justo antes de embarcar insiste: "A mí, me lo parece".
Hasta hace pocos días los funcionarios estadunidenses aseguraban que sería "muy difícil" calificar a nivel legal de "genocidio" las "atrocidades" atribuidas a las tropas rusas.
Cuando se le cuestionó al Departamento de Estado de Estados Unidos si había llegado a la conclusión formal de que se está cometiendo un genocidio en Ucrania, este se negó a pronunciarse al respecto. Así que fue el presidente estadunidense, una vez más, quien se alzó como el principal acusador de su homólogo ruso.
Sin embargo, Biden sigue abierto a negociar con su homólogo ruso, Vladímir Putin, pese a haberlo acusado de cometer genocidio en Ucrania, dijo la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki.
"No, disputaría esa noción. Las conversaciones de paz son algo que siempre vamos a apoyar, el presidente, el secretario de Estado o el asesor de seguridad nacional, siempre vamos a apoyar a los ucranianos en ese esfuerzo", aseveró.
El Kremlin juzga como "inaceptable" que Biden acuse de "genocidio"
El gobierno ruso afirmó este miércoles que era "inaceptable" que Biden acuse a las fuerzas rusas de cometer un "genocidio" en Ucrania, donde Moscú lleva adelante una operación militar desde el 24 de febrero.
"Estamos completamente en desacuerdo y consideramos inaceptable cualquier intento de distorsionar la situación de esa forma", dijo el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, a la prensa.
Las tropas rusas son acusadas de crímenes de guerra desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, especialmente tras el reciente hallazgo de cientos de civiles supuestamente asesinados en Bucha, una ciudad cercana a Kiev reconquistada por el ejército ucraniano.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, elogió en Twitter las "palabras verdaderas de un verdadero líder" como Biden, pero la reacción fue totalmente distinta en el Kremlin.
Las reiteradas acusaciones de Biden contra Rusia y sus reacciones
El 16 de marzo Biden llamó "criminal de guerra" a Vladimir Putin y días después, "carnicero", cada una de las veces en comentarios breves y espontáneos a la prensa. El mandatario también tomó por sorpresa a su equipo y a los aliados de Washington cuando dijo en Varsovia el 26 de marzo que Putin "no puede permanecer en el poder".
Mientras su convoy se dirigía hacia el aeropuerto de la capital polaca, la Casa Blanca improvisó una aclaración que se apresuró a distribuir entre los periodistas para asegurar que no, Washington no estaba pidiendo un cambio de régimen en Rusia. Más tarde el propio Biden explicó que con sus palabras "expresaba su indignación".
Sobre el uso de los términos "criminal de guerra" y "genocidio", incide en lo mismo: el presidente de 79 años dice que expresa su sensación y deja las conclusiones legales a otros. No es de extrañar viniendo de Biden, que en varios temas, no solo internacionales, "habla desde el corazón" y da rienda suelta a su temperamento emotivo.
Aunque eso suponga desestabilizar a sus aliados. El presidente francés, Emmanuel Macron, quien ya había criticado sin rodeos el uso del término "carnicero", se negó a adoptar el término "genocidio".
"Lo que ocurre es una locura, es increíblemente brutal", pero "al mismo tiempo miro los hechos y quiero intentar, en la medida de lo posible, continuar siendo capaz de detener esta guerra y reconstruir la paz. No estoy seguro de que las escaladas verbales ayuden", dijo Macron en la televisión pública France 2. "Yo diría que Rusia desató unilateralmente una guerra brutal, que se ha establecido que el ejército ruso ha cometido crímenes de guerra y que ahora es necesario encontrar a los responsables y que respondan ante la justicia",
El canciller alemán Olaf Scholz también se desmarcó, diciendo que era "una guerra terrible" en la que se cometen "crímenes de guerra". Por el contrario al primer ministro canadiense Justin Trudeau le pareció "correcto" hablar de genocidio.
"Es absolutamente correcto que cada vez más gente hable y utilice la palabra genocidio en términos de lo que Rusia está haciendo; lo que Vladimir Putin ha hecho", declaró Trudeau a periodistas en Quebec. “Hemos visto este deseo de atacar a los civiles, de usar la violencia sexual como arma de guerra”, dijo. "Esto es completamente inaceptable".
Trudeau destacó también que Canadá fue "uno de los primeros países" en iniciar un proceso en la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya para "garantizar que Putin rinda cuentas por sus actos, por sus crímenes de guerra".
El presidente polaco, Andrzej Duda, aseguró este miércoles una visita a Kiev que Rusia no lleva a cabo una simple guerra en Ucrania, sino que era culpable de "terrorismo" y "crueldad".
"Esto no es una guerra, es terrorismo. Si alguien envía aviones y soldados para bombardear zonas residenciales y matar civiles, no es una guerra. Es crueldad, bandidismo, terrorismo", añadió.
Con estas reacciones que indignan a Moscú el presidente estadunidense también intenta "responder" a la "presión" del Congreso que lo empuja a incrementar su apoyo a Ucrania y endurecer el tono con Vladimir Putin, estima un diplomático europeo. Como Joe Biden ya descartó enviar soldados a Ucrania, solo le quedan los envíos masivos de armas a Kiev. Y las palabras.
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