El aborto y el matrimonio homosexual han sido legalizados este martes en Irlanda del Norte, por decisión del parlamento británico, pese a un último intento simbólico de oponerse a ello de los diputados de la asamblea regional norirlandesa.
A diferencia del resto del Reino Unido, donde el aborto está autorizado desde 1967, en Irlanda del Note era ilegal salvo en el caso de que el embarazo amenace la vida de la madre. El matrimonio entre personas del mismo sexo, autorizado en el resto del país, también estaba prohibido en la región.
Sin ejecutivo regional desde enero de 2017 a raíz de un escándalo político-financiero, la provincia de Irlanda del Norte tiene a todas sus instituciones autónomas paralizadas y sus asuntos corrientes son gestionados desde Londres.
Aprovechando esta bloqueada situación política, los diputados británicos de Westminster aprobaron en julio enmiendas destinadas extender a la provincia el derecho al aborto y el matrimonio homosexual si no se formaba un gobierno antes del 21 de octubre. Así que estos cambios entraron en vigor a media noche de Belfast.
Las primeras bodas de personas del mismo sexo se celebrarán "a más tardar" durante "la semana de San Valentín de 2020", según el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Julian Smith.
Hoy es "el día en que decimos adiós a las opresivas leyes sobre el aborto que han controlado nuestros cuerpos y nos han rechazado el derecho a decidir", se congratuló en Twitter, Grainne Teggart, encargado de esta campaña en la ONG Amnistía Internacional en Irlanda del Norte.
Reacción del grupo conservador
Para oponerse, algunos diputados del parlamento regional norirlandés volvieron a sus escaños el lunes por primera vez en dos años y medio.
Pero fue simplemente una acción simbólica, porque para elegir a un primer ministro y a un vice primer ministro se precisa el apoyo de varios partidos. Y ante la ausencia de las fuerzas favorables a estas medidas no pudieron hacer nada para bloquear la decisión adoptada en Londres.
Entre los diputados presentes, la mayoría pertenecía al ultraconservador Partido Unionista Democrático (DUP), liderado por la ex jefa del gobierno regional, Arlene Foster, que se opone a la más mínima flexibilización de estas cuestiones.
"Es un día triste", declaró Foster a la prensa tras una muy corta sesión parlamentaria. "Sé que algunas personas querrán festejar hoy y les digo: 'piensen en aquellos de nosotros que hoy estamos tristes y que estimamos que es una afrenta a la dignidad humana y a la vida humana'", afirmó.
Frente al parlamento norirlandés se había congregado un grupo de antiabortistas con pancartas que decían "¿Aborto? No en mi nombre".
"Fue el gobierno de Westminster quien impuso la legislación, no fue el gobierno que elegimos aquí", así que esto es "antidemocrático e incorrecto", dijo Bernadette Smyth, directora del grupo Precious Life Northern Ireland.
La líder del partido republicano Sinn Féin en Irlanda del Norte, Michelle O'Neill, cuyos diputados boicotearon la sesión, denunció el evento como un "golpe político".
Trevor Lunn, diputado de la Alianza MLA, atribuyó por su parte a los diputados que regresaron al Parlamento hacerlo solo "para intentar negar a las mujeres y a las LGBT los derechos que tienen garantizados en el resto del Reino Unido".
Frente a los antiabortistas, un grupo de manifestantes partidarios de cambiar la legislación posó ante el parlamento de Belfast con grandes letras blancas que formaban la palabra "descriminalizado".
dmr