“Me salvé por milagro” al derrumbe del puente de Génova

LA ALDEA

Un sobreviviente a la caída de 45 metros de la autopista italiana narra cómo logró salir de entre los escombros.

En el accidente murieron al menos 38 personas. (Massimo Pinca/Reuters)
y Colleen Barry
Génova /

Un sobreviviente del derrumbe del puente Génova estaba en su auto cuando cayó 45 metros, entre trozos de autopista. Como bombero, comprendió inmediatamente que la estructura se colapsaba.

“Se cayó todo, el mundo entero se derrumbó”, recuerda Davide Capello, de 33 años, quien salió traumatizado pero físicamente ileso del desastre del martes.

Capello se encontraba en la mitad del cruce cuando se produjo el derrumbe.

“Escuché un ruido, un ruido sordo. Vi caer frente a mí las columnas de la autopista. Un auto que me precedía desapareció en la oscuridad”, afirma.

El Volkswagen Tiguan de Capello cayó de trompa, se estrelló y el bombero vio cómo se abrieron las bolsas de aire a su alrededor. Todo se volvió gris cuando el polvo cubrió las ventanillas.

Desde el auto, con el celular llamó a sus colegas en el centro de rescates de Savona, quienes inmediatamente enviaron ayuda. Luego llamó a su novia y a su padre, un bombero retirado, quien le pidió que se saliera inmediatamente del vehículo por temor a que perdiera estabilidad o le cayera algo pesado encima.

Las ventanillas y puertas del auto estaban trabadas, pero la parte trasera había volado en la caída y pudo salir. Afuera, dijo, “reinaba un silencio irreal”.

A su alrededor, Capello vio otros automóviles destrozados y montañas de concreto y asfalto, pero ninguna señal de vida. Ninguna voz que pidiera socorro. Entonces, cuenta, llegaron los rescatistas y lo ayudaron a bajar de la montaña de escombros.

“Salí por mis propias piernas. No sé si alguien más pudo hacerlo”, dice. “Me salvé por milagro”, reflexiona.

Los excavadores iniciaron este viernes el retiro de enormes trozos del viaducto derrumbado en la ciudad portuaria sobre el Mediterráneo, buscando gente que seguía desaparecida tres días después del desplome.

La búsqueda entró en una nueva etapa cuando las grúas retiraron un gran tramo vertical y permitieron a los socorristas acceder a una nueva zona. Se abrían túneles en las toneladas de acero, concreto y vehículos aplastados que cayeron 45 metros al suelo al colapsar el puente bajo una lluvia intensa.

“Es muy difícil calcular la duración de las operaciones, ya que avanzamos muy lentamente y con mucha precaución”, explica el vocero de los bomberos, Stefano Zanut.

Las autoridades italianas confirmaron que las víctimas suman 38 muertos y 15 heridos, pero reconocen que entre diez y 20 personas seguían esta madrugada desaparecidas, por lo que se prevé un aumento de las cifras de fallecidos.

Los primeros funerales de las víctimas se llevan a cabo este día, antes del funeral de Estado en Génova que se realizará también hoy y que será oficiado por el cardenal Angelo Bagnasco.

El derrumbe se produjo el martes pasado al mediodía, en la víspera de Ferragosto, el principal feriado estival en Italia, cuando el tráfico era intenso en el tramo que une dos autopistas —una a Francia, la otra a Milán— desde esta ciudad portuaria del noroeste.

  • Agencia AP
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