Luego de tres días de la cumbre contra la pederastia, el papa Francisco concluyó ayer con una conferencia sobre el abuso sexual a menores por parte del clero y ofreció ocho compromisos para dar “una batalla total” contra un delito que debería ser “borrado de la faz de la tierra”.
Sin embargo, tras conocer el plan del papa, las víctimas y sus defensores expresaron una profunda decepción, al decir que Francisco repitió viejas promesas y ofreció pocas propuestas concretas.
Los puntos de la estrategia de Francisco son protección de los menores, seriedad impecable, una verdadera purificación, formación, reforzar y verificar las directrices de las conferencias episcopales, acompañar a las personas abusadas, mundo digital y turismo sexual.
En su discurso ante los casi 200 líderes de la Iglesia católica convocados en Roma, el pontífice se comprometió a que la Iglesia “no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a quien haya cometido” abuso sexual.
A pesar de que el Pontífice abrió la esperada reunión recordando que las víctimas esperaban de la Iglesia respuestas y “medidas concretas y eficaces”, lo cierto es que el discurso final no contenía medidas específicas o cambios en la legislación vaticana sino solo algunos puntos a partir de los cuales abordar estos delitos dentro de la Iglesia.
El papa argentino quiso en su largo discurso puntualizar que la plaga de los abusos a niños “es universal y transversal” y para ello citó varios informes de instituciones internacionales, pero dejó claro que “esto no disminuye su monstruosidad dentro de la Iglesia”. Francisco intentó atenuar la crisis argumentando que mayoría de los abusos sexuales a niños se producen dentro de las familias, según estadísticas de la ONU y otros organismos.
Antes de que el pontífice concluyera su discurso, las víctimas llegadas a Roma esta semana desde todos los rincones del mundo comenzaron a concentrarse en los alrededores de la Plaza de San Pedro, indignados por la falta de medidas concretas. “El discurso del papa ha sido una bofetada”, señaló Miguel Hurtado, víctima de abuso sexual y portavoz de la Asociación Nacional Infancia Robada.
Hurtado definió como algo “gravísimo” la denuncia el día anterior del presidente de la conferencia episcopal alemana, el cardenal Reinhard Marx, que reconoció haber destruido pruebas de investigaciones criminales. “El diablo no está fuera de la Iglesia. El diablo es la jerarquía católica”, expresó.
Anne Barrett-Doyle —quien integra el grupo Bishopaccountability.org, el cual monitoriza abusos por parte de clérigos— calificó el discurso como una “decepción sorprendente” que no abordó el dolor y la indignación de los fieles.
“Mientras los católicos del mundo claman por un cambio concreto, el papa, en cambio, ofrece promesas tibias, que ya hemos escuchado antes”, dijo en un comunicado.
Mientras, el ex portavoz del Vaticano y uno de los organizadores del encuentro antipederastia, sacerdote Federico Lombardi, ha anunciado un nuevo documento del papa sobre protección de menores y un “manual de instrucciones” para obispos.
“Esto acompañará una nueva ley del Estado de la Ciudad del Vaticano”, señaló. Sobre los tiempos de publicación de esta nueva regulación, Lombardi especificó que será publicada en “un mes o dos”.
En otra parte, la ministra de Justicia de Alemania, Katarina Barley, instó a la Iglesia católica a que coopere ampliamente con el poder judicial para enfrentar los escándalos de abuso en el seno de la institución religiosa.
“Los hechos de abuso deben ser juzgados por tribunales penales”, dijo la política socialdemócrata a los medios. “Las palabras del papa Francisco ahora también deben ser seguidas por acciones”, enfatizó.
Episcopado mexicano
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, informó que aunque ayer concluyó la cumbre contra el abuso sexual, esto no significa que se pondrá un “punto final” al tema.
“Esta reunión es una respuesta tangible a las voces de quienes, sumidos en el dolor, claman justicia (...) Los diversos acontecimientos que, en los últimos años, han salido a la luz pública y que avergüenzan tremendamente a la Iglesia, son asumidos con responsabilidad cristiana y por ello, de manera especial, en estos días, nos encontramos reunidos con el Papa Francisco”, señaló en su comunicado de la Arquidiócesis de Monterrey.
En el texto no se explican más detalles sobre las líneas de acción que se seguirán a raíz de las denuncias que han recibido. El pasado 11 de febrero el presidente del CEM informó que tienen registro de 152 sacerdotes suspendidos o encarcelados por pederastia en nueve años.
Plan del Vaticano.
Puntos rectores del proyecto
1. La protección de los menores: Cambiar la mentalidad para combatir la actitud defensiva-reaccionaria de salvaguardar la Iglesia.
2. Seriedad impecable: La Iglesia hará todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido crímenes y no intentará encubrir o subestimar ningún caso.
3. Una verdadera purificación: Transformar los errores cometidos en oportunidades para erradicar este flagelo y jamás acusar a los otros.
4. La formación: La exigencia de la selección y de la formación de los candidatos.
5. Reforzar y verificar las directrices de las Conferencias Episcopales: Aplicación de parámetros que tengan valor de normas y no solo de orientación.
6. Acompañar a las personas abusadas: La Iglesia tiene el deber de ofrecerles todo el apoyo necesario, valiéndose de expertos en esta materia.
7. El mundo digital: La protección de los menores debe tener en cuenta las nuevas formas de abuso sexual.
8. El turismo sexual: Se necesita la acción represiva judicial, pero también el apoyo y proyectos de reinserción de las víctimas del crimen.
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Con información de: Victoria Félix