La declaración realizada este miércoles por el presidente ruso, Vladímir Putin, de estar dispuesto a utilizar “todos sus medios” de defensa ante lo que él llama “una ofensiva de Occidente” contra su país, en una clara amenaza nuclear, provocó que muchos se preguntaran cuán peligroso es el arsenal atómico que posee Moscú.
En su advertencia por cadena nacional fue enfático: “no estoy blofeando”. Sin embargo, en general sus palabras de tono bélico han caído constantemente en contradicciones.
Tan solo el primero de agosto pasado, Putin afirmó en una carta dirigida a los participantes en una conferencia sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear: “Partimos del hecho de que no puede haber ganadores en una guerra nuclear y que ésta nunca debe desencadenarse, y defendemos una seguridad igual e indivisible para todos los miembros de la comunidad mundial”.
Cinco meses antes, el 24 de febrero, cuando lanzó la invasión a Ucrania, se refirió de forma directa al arsenal nuclear ruso y advirtió a Estados Unidos y Europa que cualquier intento de injerencia “los llevaría a consecuencias como nunca han encontrado en su historia”.
Días después, ordenó que las fuerzas nucleares rusas se pusieran en alerta máxima. En ese estira y afloja de sus estrategias mediáticas y de propaganda bélica, en estos meses han salido a flote una radiografía del arenal nuclear ruso.
The Nuclear Threat Initiative (NTI) afirma que tras la caída de la URSS, Rusia heredó 35 mil armas nucleares que, tras más de dos décadas, se han reducido significativamente gracias a los tratados internacionales y con Washington.
De acuerdo al Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), en datos proporcionados este martes, Moscú dispone de 5 mil 977 armas nucleares, como parte del “club de los 9” países que las almacenan (además de Rusia, están EU, Francia, China, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte).
De ellas, unas 4 mil 477 se consideran armas nucleares estratégicas, desde misiles balísticos o cohetes, que pueden apuntar a largas distancias, de acuerdo al informe de la Federación de Científicos Estadunidenses (FAS, por sus siglas en inglés).
En el trabajo realizado bajo la tutela de Hans M. Kristensen, director del Proyecto de información nuclear de la FAS, y de Matt Korda, investigador asociado, se puede leer que Rusia tiene aproximadamente mil 588 ojivas estratégicas desplegadas y, detalla: “unas 812 en misiles balísticos terrestres, unas 576 en misiles balísticos lanzados desde submarinos y posiblemente 200 en bases de bombarderos pesados”.
Además, se contemplan aproximadamente otras 977 ojivas estratégicas “están almacenadas, junto con unas mil 912 ojivas no estratégicas. Además del arsenal militar para las fuerzas operativas, una gran cantidad (unas 1500) de ojivas retiradas pero todavía en gran parte intactas esperan ser desmanteladas, para un inventario total de 5977 ojivas”.
NTI señala, por su parte, que los rusos tienen mil 444 ojivas desplegadas en 527 ICBM. Los misiles balístico intercontinentales tienen la capacidad de viajar a más de 5 mil 500 kilómetros para alcanzar su objetivo. Por su parte, CNN afirma, citando al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), que Rusia tiene 49 submarinos.
dr