El Reino Unido amplía este lunes su campaña de vacunación contra el coronavirus para que incluya a los mayores de 70 años, en tanto que todo el que viaje hacia país deberá someterse a una cuarentena.
El Reino Unido, especialmente golpeado por una variante del virus que, según las autoridades sanitarias, sería hasta un 70 por ciento más contagiosa, es el país más enlutado de Europa por el covid-19, con más de 89 mil fallecidos.
El gobierno del primer ministro, Boris Johnson, está centrando sus esfuerzos en la vacunación masiva, esperando poder levantar las medidas del tercer confinamiento a principios de marzo. Desde que empezó la campaña de inoculación, el 8 de diciembre, se ha vacunado a más de 3.8 millones de personas con la primera dosis.
Hasta ahora, la campaña de vacunación implicaba a los mayores de 80 años, a los usuarios de las residencias de ancianos y sus cuidadores y al personal sanitario que trabaja en primera línea, pero a partir de este lunes se empezará a vacunar a otros sectores de la población.
La vacunación de los primeros grupos seguirá siendo "la prioridad" pero los centros de vacunación que cuenten con los medios necesarios podrán empezar a inmunizar a "los mayores de 70 años y a las personas extremadamente vulnerables", anunció el Ministerio de Salud en un comunicado.
El gobierno quiere que para mediados de febrero estén vacunados los cuatro grupos prioritarios, es decir, 15 millones de personas. Johnson afirmó que este lunes empieza una "etapa importante" en la campaña de vacunación, que se abre a "varios millones de personas adicionales".
Asimismo, manifestó su satisfacción por el hecho de que en el país se efectúen "140 vacunas por minuto", mientras que su ministro de Salud, Matt Hancock, subrayó que la mitad de las personas mayores de 80 años ya fueron vacunadas. Para que el programa de vacunación abarque a más gente, el gobierno decidió esperar hasta 12 semanas para empezar a administrar la segunda dosis.
Además, para atajar la llegada de nuevas variantes del coronavirus, el país impone a partir de este lunes una cuarentena de 10 días a todas las personas que lleguen al país procedentes del extranjero. Una medida que se añade a la obligatoriedad de presentar un test PCR con resultado negativo a la llegada. Además, se eliminaron las excepciones que estaban en vigor para los países menos afectados.
Según The Sunday Times, el gobierno contempla aislar en hoteles a los visitantes, que deberían correr con los gastos de la estancia, o incluso utilizar la geolocalización y métodos de reconocimiento facial.
"Habrá controles a domicilio" y "en la frontera", indicó el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, este domingo a la BBC. "Son las medidas más eficaces que podemos tomar en estos momentos", explicó.
dmr