Oposición en Rusia encarará bajo asedio del Kremlin las elecciones legislativas

La oposición en Rusia ha estado siendo asechada en los últimos meses con tal de evitar una mayor participación en las elecciones legislativa y garantizar el mandato único de Vladimir Putin y su partido en la Duma.

La oposición en Rusia está debilitada debido a la persecución del Kremlin. (AFP)
Editorial Milenio
Moscú /

En los meses previos a las elecciones parlamentarias del domingo en Rusia, las autoridades lanzaron una campaña sin precedentes contra la oposición y se aseguraron de que los críticos más directos y conocidos del Kremlin no se presentaran. A algunos se les impidió presentarse a cargos públicos con nuevas leyes represivas. Otros se vieron obligados a dejar el país tras amenazas de cargos legales. Algunos fueron encarcelados.

La presión también ha crecido sobre los medios independientes y activistas de derechos humanos: Una docena de medios y grupos de derechos se han visto castigados con la restrictiva etiqueta de "agentes extranjeros" y "organizaciones indeseables" o han sido acusados de tener lazos con organizaciones en esas listas negras.

Los asediados grupos de oposición admiten que el Kremlin les ha dejado pocas opciones o recursos antes de los comicios del 19 de septiembre, considerados como clave para los esfuerzos del presidente, Vladimir Putin, de consolidarse en el poder. Pero siguen confiando en erosionar el dominio del partido Rusia Unida en la Duma Estatal, el parlamento.

"Aún queremos quitarle muchos escaños a Rusia Unida para que muchos candidatos que no fueron aprobados (por las autoridades) se conviertan en diputados de la Duma Estatal y miembros de legislaturas regionales", dijo Leonid Volkov, un importante aliado del encarcelado líder opositor Alexei Navalni.

Las elecciones son cruciales porque el Kremlin quiere un control absoluto sobre el próximo parlamento, según opositores y analistas políticos. La Duma elegida este año seguirá en el puesto en 2024, cuando expira el mandato actual de Putin y debe decidir si se presenta a la reelección o busca otra estrategia para mantenerse en el poder.

"A Putin le encanta mantener la incertidumbre y tomar decisiones en el último momento", dijo el analista político Abbas Gallyamov, exescritor de discursos para el Kremlin. Sin embargo, no será fácil mantener el control de Rusia Unida en la Duma, donde tiene 334 de los 450 escaños.

Apenas el 27 por ciento de los rusos cuenta con votar al partido, según un sondeo del Centro Levada, una encuestadora independiente. Por lo tanto, arrollar a la oposición y aprovechar las ventajas administrativas es la única forma, dijo Gallyamov.

Navalni, el principal crítico de Putin y que en los últimos años mermó el control de Rusia Unida sobre varias cámaras regionales, cumple una pena de dos años y medio por incumplir la libertad condicional de una condena que él atribuye a persecución política. Fue encarcelado a su regreso desde Alemania, donde recibió tratamiento por un envenenamiento con un agente nervioso. Navalni acusa al Kremlin de envenenarle, algo que el gobierno niega.

Las autoridades presentaron cargos penales contra los principales aliados de Navalni y su Fundación para Combatir la Corrupción, así como una red de oficinas regionales, fueron ilegalizadas como organizaciones extremistas.

Eso ha dejado expuestas a la persecución a cientos de personas asociadas con el grupo. El parlamento también aprobó con rapidez una ley que impide optar a cargos públicos a personas asociadas a organizaciones extremistas. Como resultado, nadie del equipo de Navalni se presenta a las elecciones y muchos han salido del país.

Otro crítico destacado del Kremlin, el ex legislador Dmitry Gudkov, fue detenido brevemente en junio junto con su tía por delitos de fraude. Gudkov dijo que tenía previsto presentarse en un distrito de Moscú contra un candidato menos popular de Rusia Unida, pero las autoridades le expulsaron de la carrera. Ha abandonado el país.

También fue encarcelado Andrei Pivovarov, del grupo opositor Rusia Abierta financiado por el magnate ruso Mikhail Khodorkovsky, un crítico de Putin que se mudó a Londres tras pasar 10 años en prisión por cargos considerados como una venganza política. Rusia Abierta cerró unos días antes del arresto de Pivovarov.

"Destruyeron a todos los que fueran al menos un poco visibles, como posibles actores políticos", dijo Marina Litvinovich, activista de derechos humanos y una de las pocas críticas del Kremlin que se presenta. Decidió presentarse en un distrito de Moscú en lugar de Yulia Galyamina, una destacada política que fue condenada el año pasado en un caso penal y vetada de los comicios.

Pese a todo, el equipo de Navalni sigue planeando poner en marcha su estrategia Voto Inteligente, un proyecto para apoyar a los candidatos con más posibilidades de derrotar a aspirantes de Rusia Unida. En 2019, el plan ayudó a los candidatos opositores a ganar 20 de los 45 escaños del consejo municipal de Moscú. En las elecciones regionales del año pasado, Rusia Unida perdió su mayoría en las legislaturas de tres ciudades. Otros tenían previsto seguir haciendo campaña contra Rusia Unida.

"Lo que quería hacer Andrei es que tanta gente como fuera posible comprendiera que no deberían votar por Rusia Unida, que las elecciones son injustas", dijo Tatyana Usmanova, importante aliada de Pivovarov, cuando inauguró el mes pasado una oficina de campaña en Moscú. "Ahora tenemos una oportunidad legítima de hablar a la gente sobre todo esto".

dmr

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