El senador republicano de Estados Unidos, Lindsey Graham, respondió a las preguntas que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le formuló el pasado 29 de marzo al legislador estadunidense, quien ha criticado las políticas del gobierno mexicano frente a los cárteles de la droga, afirmando que “el fentanilo sí es consumido en Estados Unidos”
“Usted niega que hay áreas en su país controladas por los cárteles de la droga, usted está en negación”, dijo Graham a López Obrador, e incluso amenazó que “si no cambia sus políticas tomaremos el tema en nuestras manos.”
El senador además incluyó una amenaza: “trabajemos juntos. Si elige no trabajar conmigo, haré todo en mi poder para usar las leyes de Estados Unidos para destruir a estos cárteles de la droga y hacer lo que sea necesario para proteger a los estadunidenses para que no mueran por decenas de miles.”
En su cuenta de Twitter, el legislador que además ya presentó una iniciativa para declarar como organizaciones terroristas a los cárteles e impulsa que se utilice a las fuerzas armadas para el combate a estos grupos criminales, decidió responder a las preguntas que hizo López Obrador en su conferencia matutina, no sin antes establecer: “quiero trabajar con usted y su gobierno para enfrentar los cárteles que existen en su país”, para lo cual presentó un mapa de alerta del Departamento de Estado de su país sobre los países en alerta máxima de viaje por control de cárteles.
La primera pregunta fue: “¿El fentanilo es consumido en Estados Unidos? ¿Sí o no?” Ante lo cual Graham respondió que “el fentanilo sí es consumido en Estados Unidos”, aunque explicó que muchos casos, que afectan a menores de edad, son causados porque está escondido en pastillas falsas u otras drogas e incluso se han encontrado residuos que han contaminado habitaciones, lo que causa intoxicación en las personas que lo habitan.
Ante la segunda pregunta, “¿Quién distribuye fentanilo en Estados Unidos?, ¿Hay capos o cárteles que lo distribuyen en Estados Unidos?, el senador respondió diciendo que “los cárteles mexicanos de la droga operan en nuestras ciudades más grandes distribuyendo fentanilo y vamos por ellos”, y añadió que los precursores sintéticos llegan desde China a laboratorios en México por lo que Graham advirtió que “si no cambia sus políticas tomaremos el tema en nuestras manos”.
La tercera pregunta fue “¿los distribuidores del fentanilo en Estados Unidos son mexicanos o estadounidenses?”, lo que generó una evasiva de Graham, quien se limitó a decir que la red de distribución “involucra a cárteles mexicanos de la droga y otros.” Y es que tanto autoridades de Estados Unidos como mexicanas han encontrado que en ese país son ciudadanos locales quienes trasladan las drogas por la frontera y después las distribuyen entre los ciudadanos.
La cuarta pregunta fue: “¿Se puede comprar o no una ametralladora o un arma de alto poder en los supermercados de Estados Unidos?”.
Lindsey Graham respondió que sí, siempre y cuando el vendedor tenga una licencia para hacerlo. Algo falso, pues se ha demostrado que los vendedores intermediarios, aquellos que facilitan el tráfico ilegal de armas, adquieren las armas de fuego y las entregan a otras personas, sin que haya un programa efectivo de rastreo de estos productos.
La última pregunta fue: “¿Qué programas tienen para apoyar a los jóvenes con problemas de adicciones, qué están haciendo para ayudarlos?”, ante lo cual Graham solo respondió que se invierten “millones de dólares” en campañas contra las adicciones.