El gobierno filipino convocó el lunes al embajador chino para transmitir una protesta diplomática por el empleo de un cañón de agua por parte de la Guardia Costera china contra un barco de suministro filipino en el disputado Mar de China Meridional, según un funcionario filipino.
El ejército filipino condenó el domingo el empleo “excesivo y ofensivo” de un cañón de agua para impedir que un barco de suministro filipino llevara tropas de refresco, comida, agua y combustible al banco de arena Second Thomas, ocupado por Filipinas, y que está en aguas disputadas.
Estados Unidos, la Unión Europea y sus principales aliados, como Australia y Japón, expresaron su apoyo a Filipinas y su preocupación por las acciones del barco chino. Washington renovó su advertencia de que está obligado a defender a su antiguo aliado si los barcos y fuerzas filipinas sufren ataques armados, también en el Mar de China Meridional.
La tensa confrontación del sábado fue un nuevo incidente en los enconados conflictos territoriales entre China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunéi.
Uno de los funcionarios filipinos de alto nivel que gestionaba el incidente dijo a The Associated Press que el Departamento de Asuntos Exteriores en Manila había convocado el lunes al embajador chino, Huang Xilian, para transmitir una protesta diplomática en términos firmes.
La protesta recalcaría cómo las acciones del barco guardacostas chino violaban las normas internacionales dirigidas a evitar colisiones en el mar y la Convención de Naciones Unidas sobre 1982 sobre la Ley del Mar, indicó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato para comentar las acciones del gobierno antes de que se hicieran públicas.
Las disputas en el Mar de China Meridional, una de las rutas marítimas más transitadas, están consideradas desde hace tiempo como un foco de tensiones en Asia y un delicado frente en la rivalidad entre Estados Unidos y China en la zona.
China reclama prácticamente toda la estratégica zona navegable pese a los fallos internacionales que invalidaron sus grandes reclamaciones territoriales. China rechaza esas decisiones.