Los servicios meteorológicos de Francia anunciaron hoy la activación de una alerta roja por calor en cuatro departamentos del sureste, por primera vez en el país, donde esperan llegar hasta los 45 grados.
La alerta roja en los departamentos de Gard, Vaucluse, Hérault y Bouches du Rhône es consecuencia de unas temperaturas que podrían superar el tope histórico en el país, los 44.1 grados centígrados que se registraron en las localidades de Saint-Christol-lès-Alès y Conqueyrac, en esa misma zona, en agosto de 2003.
La medida se traducirá en la cancelación de todas las salidas escolares y de los actos festivos, salvo los que se organicen en lugares frescos, anunció la ministra de Sanidad, Agnès Buzyn, en una comparecencia ante la prensa.
Hoy es el día más caluroso de este episodio canicular excepcional por su intensidad y precocidad, pero que a causa del calentamiento global podría repetirse cada vez con más frecuencia.
"Vamos a tener que cambiar nuestra organización, nuestra forma de trabajar, construir de otra manera", advirtió desde Tokio el presidente francés, Emmanuel Macron, en referencia a la necesaria "adaptación de las sociedades" al aumento de las temperaturas.
"Por la tarde el mercurio marcará entre 38 y 41°C en las regiones al sur del río Loira, entre 33 y 37°C más al norte en los departamentos en alerta naranja y un poco menos en las costas mediterráneas", señaló el organismo meteorológico nacional Météo France.
Ayer se rompió un récord de temperatura en Francia (34.9°C) para el mes de junio, apuntó el organismo. En el centro del país, la ciudad de Clermont-Ferrand llegó a los 40.9 °C, su récord absoluto.
Como medida de precaución, varias escuelas de maternal y primaria del este y sur del país, pero también de la región parisina, permanecerán cerradas este jueves y viernes. Y en los campos del Mundial de Futbol femenino, las deportistas podrán hacer pausas para rehidratarse durante los partidos.
jos