La policía francesa detuvo a nueve personas y buscaba a otros sospechosos tras un violento ataque a los autobuses que llevaban al equipo de fútbol de Lyon y a hinchas del club, según el Ministerio francés del Interior. El técnico Fabio Grosso sufrió una lesión en la cabeza en la agresión, que obligó a cancelar el encuentro del equipo en Marsella.
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Cinco policías resultaron heridos en el ataque del domingo por la noche, indicó el ministro del Interior, Gerald Darmanin, a la televisora BFM. El suceso acaparó titulares en el país entre preocupaciones sobre la violencia en el fútbol.
“Vergüenza y asco” era el titular de portada del diario deportivo L'Equipe, con una imagen del rostro ensangrentado de Grosso.
Sin embargo, era improbable que el ataque supusiera sanciones disciplinarias contra los campeones de nueve ligas francesas.
Como la agresión ocurrió fuera del estadio Velódromo, la responsabilidad recaía en las autoridades públicas y no en el club. El caso estaba en manos de un comité de la liga francesa encargado de programar las competiciones, y no de la comisión disciplinaria.
El autobús del equipo se dirigía al estadio Velódromo cuando la gente rompió algunas ventanas del vehículo. Grosso resultó herido por trozos de cristal y necesitó atención médica por una fuerte hemorragia. También resultó herido el técnico asistente del Lyon, Raffaele Longo. Los autobuses que llevaban a hinchas del Lyon también fueron atacados.
El ataque fue muy comentado en medios fuera de Francia y se producía en un momento inoportuno para la liga francesa, que está en negociaciones para vender sus derechos de televisión en el extranjero. La subasta de los derechos de emisión nacionales para el periodo de 2024-2029 fue cancelada este mes después de que la liga no lograra atraer ofertas que alcanzaran el precio mínimo fijado.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo en Instagram que “no hay absolutamente ningún hueco para la violencia en el fútbol, dentro o fuera de la cancha” y pidió a “las autoridades competentes que aseguren que se toman las medidas apropiadas”.
“Sin excepción, en el fútbol, todos los jugadores, entrenadores y aficionados deben estar a salvo para disfrutar de nuestro deporte”, dijo Infantino. Añadió una imagen de Grosso con el rostro vendado y el mensaje “Forza Fabio”.
La ministra de Deportes, Amelia Oudea-Castera, pidió una “respuesta global” y dijo que la liga francesa, los equipos y los grupos de aficionados debían asumir responsabilidades. En declaraciones el lunes a la televisora France-2, pidió sanciones más duras contra los infractores.
Ella y Darmanin defendieron la protección policial al equipo de Lyon a pesar de que las medidas no bastaron para impedir el ataque.
El presidente del Marsella, Pablo Longoria, dijo que el ataque era inaceptable y el equipo deseó a Grosso una pronta recuperación.
“Debido a un puñado de personas insensatas, se arruinó la fiesta de esta noche y 65 mil aficionados se vieron privados de asistir a un partido de fútbol”, indicó el club.
También se produjeron incidentes en la zona de asientos del estadio de Marsella antes de la cancelación del encuentro, donde algunos hinchas del Lyon hicieron gestos racistas a la afición local. El Lyon dijo en un comunicado el lunes que había solicitado imágenes de las cámaras de seguridad para identificarlos y “mantenerlos fuera de las gradas”.
Hace tiempo que el ambiente era tenso entre los dos clubes, en especial desde una violenta trifulca entre hinchas de los dos equipos hace 10 años que dejó 17 heridos.
Los dos clubes se han visto presionados últimamente. El Marsella ha mostrado un mal estado de forma, con una victoria y tres derrotas en sus últimos cuatro encuentros de liga, mientras que el Lyon es el único equipo que aún no ha conseguido una victoria en liga esta temporada.
VSM