En Francia fue aprobada una legislación que caracteriza las relaciones sexuales con un menor de 15 años como violación y que lo castiga con hasta 20 años de cárcel. Esta acción acerca el código penal francés al de muchos países occidentales.
Antes de esta normativa, la edad de consentimiento era de 15 años, sin embargo, los fiscales en Francia estaban obligados a demostrar que el sexo no era consensuado para obtener una condena por violación.
"Esta es una ley histórica para nuestros niños y nuestra sociedad", dijo el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, a la Asamblea Nacional y agregó que "ningún agresor adulto podrá reclamar el consentimiento de un menor de 15 años".
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El voto a favor del proyecto de ley fue unánime en su lectura final, según se indicó en la cuenta del parlamento en Twitter.
Sin embargo, no todos los legisladores estuvieron de acuerdo, pues indicaron que fijar una edad de consentimiento por debajo de la cual el sexo constituya automáticamente una violación, podría tipificar como delito una relación sexual consensuada entre un menor y una persona solo unos años mayor.
Como consecuencia, hay una cláusula llamada Romeo y Julieta, que permite las relaciones sexuales entre un menor y una persona hasta cinco años mayor. La cláusula no se aplicará en casos de agresión sexual.
La legislación también considera violación el sexo incestuoso con un menor de 18 años.
En un país que durante mucho tiempo se ha jactado de tener una imagen de ser tierra de la seducción y el romance, el abuso sexual contra mujeres y niños durante años pasó desapercibido o no declarado en las altas esferas del poder y dentro de los círculos de celebridades.
Pero ha habido mucho examen de conciencia en los últimos años.
En 2017, el movimiento #MeToo resultó se un punto de inflexión en Francia, luego de que numerosas mujeres acusaron al productor de cine estadunidense Harvey Weinstein de agresión sexual. Sucedió algo similar cuando, en 2020, un escritor francés escribió abiertamente sobre su pedofilia.
ROA