La justicia francesa cerró definitivamente la puerta a la extradición de 10 italianos reclamados por Roma, quienes tienen pendientes en su país el cumplimiento de penas por su implicación en atentados terroristas atribuidos a grupos de extrema izquierda durante los "años de plomo".
El Tribunal Supremo francés rechazó el recurso presentado por la Fiscalía contra una decisión previa en junio de 2022, la cual había negado la entrega a Italia de estos ocho hombres y dos mujeres, quienes llevan viviendo en Francia entre 25 y 40 años.
El Supremo confirmó las dos razones principales dadas por los jueces en apelación. En primer lugar, muchos de ellos habían sido sentenciados en rebeldía, por lo que si regresan a Italia irían directamente a prisión, ya que la legislación de ese país no ofrece la posibilidad de un nuevo proceso, como sí ocurre en Francia.
Además, la máxima instancia de la justicia penal francesa recalcó que todos ellos llevan muchos años en Francia, "donde tienen una situación familiar estable, se han insertado profesional y socialmente y han roto con Italia".
En estas condiciones, afirmó el Tribunal Supremo, "su extradición sería un atentado desproporcionado a su derecho al respeto de la vida privada y familiar".
Entre los beneficiados por este dictamen están Luigi Bergamin, Enzo Calvitti, Giovanni Alimonti, Roberta Cappelli, Marina Petrella y Sergio Tornaghi, antiguos miembros de las Brigadas Rojas, así como Giorgio Pietrostefani y Narciso Manenti, de los Núcleos Armados.
Todos ellos se acogieron a la llamada doctrina Mitterrand, que establecía que los antiguos activistas italianos de extrema izquierda podrían seguir en su país si renunciaban a las acciones violentas y no tenían en sus antecedentes delitos de sangre.
La presencia de estos italianos en Francia sin tener que rendir cuentas ante la justicia italiana por su pasado, había sido fuente de conflicto entre los dos países durante muchos años.
Italia había reprochado que se diera cobijo a personas implicadas en las oleadas de atentados terroristas de los años 1970-1980.
Las cosas parecieron cambiar después de que en 2021 el actual presidente francés, Emmanuel Macron, decidiera poner fin a esa doctrina Mitterrand y, atendiendo a las solicitudes de Roma cuando era presidente del Consejo. Mario Draghi, activó la tramitación de las demandas de extradición italianas, que sin embargo ahora han terminado su recorrido judicial sin éxito.
MO