El día que un fotógrafo se 'coló' hasta la tumba de Shimon Peres

Julio César Hernández, fotógrafo oficial de Enrique Peña Nieto, se infiltró entre el Servicio Secreto para conseguir una fotografía cuando el féretro del ex presidente de Israel ingresa a la fosa.

Julio César Hernández capturó el momento en el que el féretro de Shimon Peres ingresa a su tumba. (Julio César Hernández)
Jimena Campuzano
Ciudad de México /

En septiembre de 2016 una noticia le dio la vuelta al mundo: Shimon Peres, el último de los fundadores de Israel, había muerto. Jefes de Estado y líderes mundiales viajaron a Medio Oriente para despedir al Premio Nobel de la Paz.

Jhon Kerry, Enrique Peña Nieto y Matteo Renzi durante el funeral de Shimon Peres. (Julio César Hernández)

Ahí coincidieron Enrique Peña Nieto, Barack Obama, Bill Clinton, Justin Trudeau, el príncipe Carlos, el rey Felipe VI, entre otros, varios de ellos acompañados por sus propios escoltas, mientras que en el funeral militares israelíes se encargaron de la seguridad. Entre ellos y hasta el propio Servicio Secreto, Julio César Hernández se abrió paso para llegar a la tumba del ex presidente de Israel.

“Cuando ya van a enterrar a Shimon Peres los militares hacen un círculo, rodean la fosa parados y yo llegué hasta ahí, meneé un poco las piernas de los militares y metí mi cámara para tomar una fotografía cuando Shimon Peres está entrando a la fosa”, recuerda en entrevista para MILENIO Digital.

Para lograr esa fotografía sorteó una serie de obstáculos, desde no contar con acreditación, pues se trató de un viaje exprés de 15 horas en vuelo directo para llegar a tiempo al funeral, hasta escabullirse entre la seguridad de los mandatarios.

Militares israelíes cargan el féretro de Shimon Peres durante su funeral en septiembre de 2016. (Julio César Hernández)
“Estaba con mis cámaras medio escondido y termina la ceremonia fúnebre y empiezan a caminar. El féretro de Shimon Peres lo traen cargando los militares y pasan junto a mí. Cuando pasa el féretro, atrás pasa el presidente Obama. Yo pensaba meterme ahí, pero cuando veo que viene Obama me detengo, pasa Obama y pasan sus escoltas, atrás de ellos me meto. Brinco el cordón y me meto al camino que lleva a la tumba de Shimon Peres, entonces dije ‘estoy en el lugar correcto’”.

Atrás de él venía Enrique Peña Nieto con el primer ministro de Italia, Matteo Renzi. El presidente le habló, pero su fotógrafo le pidió que no lo hiciera ya que quería pasar desapercibido, pues había llegado hasta ese lugar escondiéndose entre los propios escoltas.

Sin embargo, fue descubierto luego de que le indicó a Peña Nieto que el lugar al que se había dirigido no era el asignado para los mandatarios, por lo que tendría que bajar de las gradas para colocarse en el correcto. Fue ahí cuando pensó que el mundo se le acabaría y sería despedido, ya que le ordenaron abandonar el área y no iba a obtener la fotografía.

Militares israelíes ordenaron al fotógrafo de Peña irse a una zona más alejada, pero tomó un atajo para tener un mejor ángulo. (Julio César Hernández)
“Me invitan a que vaya a la salida, me iban a mandar a un templete como a 30 metros de distancia donde no volvías a tomar nada, donde no veías a tu presidente otra vez y me dijeron que me iban a escoltar hasta allá y yo les dije que no era necesario que me escoltaran, que yo me podía ir solo.
“‘Entonces tú te vas para allá’, dije sí, me dejaron. Lo que ellos no sabían, como un fotógrafo perspicaz que siempre quiere su fotografía y no se va a dar por vencido, me di la vuelta y me subí por las gradas.
“En las gradas analizaba todo minuto a minuto, cada cosa, vi que había unos tubos que les ponen a las gradas y yo veía que cabía por debajo de los tubos para poder bajar de nuevo a donde estaba la tumba. Entonces lo calculé y todo y dije 'sí lo voy a hacer'”.
Enrique Peña Nieto conversa con el príncipe Carlos durante el funeral de Shimon Peres. (Julio César Hernández)

Ese viernes poco le importó estropear su traje con tal de regresar a la zona en la que tendría un mejor ángulo. Guardó sus cámaras, se arrastró, consiguió bajar hasta el lugar donde sería enterrado Shimon Peres y se acercó al presidente, quien platicaba con John Kerry y Matteo Renzi.

“Me hinco enfrente de él y le tomo unas fotografías porque estaba muy reducido el espacio y yo sabía que estaba cumpliendo con mi trabajo como fotógrafo oficial del presidente, que ya tenía imagen para mandar a México. Cuando veo, los de seguridad ya no estaban de ese lado, estaban del otro lado, yo estaba en muy buena posición, estaba en donde nadie debería de estar”.
Julio César Hernández registró el momento en que el féretro de Shimon Peres ingresa a la fosa. (Julio César Hernández)

Sobre la fotografía cuando el féretro de Peres está entrando a la fosa, confiesa que no debería tenerla, pero en aquel momento supo que se trataba de una imagen histórica, por lo que no dudó en registrar ese instante.

“Esta foto nadie la va a tener en el mundo, entonces le tomo fotos cuando va entrando y ya después me repliego hacia atrás y veo a mi presidente que sigue en sus pláticas con los demás mandatarios y le tomo sus fotografías”.

Julio César también captó a Peña Nieto cuando por un momento, tras finalizar el funeral y cuando los mandatarios y jefes de Estado se retiraron, observa la tumba del ex presidente de Israel.

“Si no hago todo lo que hice, de escabullirme, brincar, llorar casi, de meterme entre los del Servicio Secreto no hubiera logrado esa fotografía y la mandé y salió en portadas de periódicos”, cuenta con alegría.


VJCM

LAS MÁS VISTAS