El vínculo emocional que genera una persona con su mascota puede ser sorprendente, ya que el amor verdadero de los animales es capaz de transcender incluso la muerte; Nucita es la prueba viviente de esto, ya que acompañó a su dueño durante sus últimos días y no se separó de él ni en el funeral, en Paraíso de Cartago, Costa Rica.
La gatita se ganó el corazón de la familia de Hernán Sojo, un hombre que falleció a los 66 años de edad, porque no se movió del ataúd en la ceremonia póstuma. El conmovedor momento fue compartido en Facebook y se volvió viral.
"Ahí está para los que dicen que los animales no sienten o no piensan. Esto me partió el alma, ella solo quiere estar con su dueño. Con quien la amó y cuidó del mismo modo que ella a él. Conciencia, gente, ellos aman y sienten", escribió Alejandra Badilla, prima del fallecido, en su perfil.
La amistad de Hernán con Nucita comenzó tan pronto como nació la gatita, en el departamento del hombre, y se fortaleció durante 12 años de cariños y respaldo emocional. Los familiares cuentan que incluso comían a la misma hora, según el medio local La Teja.
“Él la trataba como una bebé, se preocupaba aunque no estuviera en la casa, siempre estaba al pendiente de ella, dormían juntos y aún en medio de su enfermedad estaban muy unidos”, expresó Jeniffer Sojo, la hija del medio de Hernán a La Teja.
Antes de morir, el dueño de Nucita enfrentó una enfermedad terminal por la que tuvo que ser internado, y eso afectó emocionalmente a la mascota pues dejó de comer y jugar.
Por desgracia, el señor Sojo falleció, pero eso no lo separó de su amiga ya que durante el funeral ésta permaneció sobre el ataúd para acompañarlo.
"Por eso no se les debe maltratar a los animales, se aman se cuidan se protegen. Si de verdad amas a Dios tienes que amar toda su creación", se lee en la publicación de Facebook.
SNGZ