Muere George Blake, el agente británico que espió para el KGB

Ofreció sus servicios al KGB, para el que trabajó, tras su liberación en 1953 en Corea del Norte y su retorno al Reino Unido.

La Plaza Roja de Moscú, con la Catedral de San Basilio al fondo, tras la cuarentena impuesta por el gobierno (EFE)
Editorial Milenio
Moscú /

El legendario espía británico George Blake, quien trabajó para el KGB soviético, murió hoy a los 98 años, informó la oficina de prensa del Servicio de Espionaje Exterior (SVR, según sus siglas en ruso).

"Hoy ha muerto el legendario espía, coronel del SVR de Rusia, George Blake. Él amaba sinceramente nuestro país y admiraba el logro de nuestro pueblo durante la Gran Guerra Patria", señala la nota oficial.

¿Quién era George Blake?

Blake nació en 1922 en Holanda, donde se enroló en la resistencia contra la invasión nazi y emigró a Inglaterra, donde entró a formar parte de los servicios de inteligencia.

Tras estudiar ruso, fue enviado a Seúl en 1948 para recabar información contra la Unión Soviética, pero fue detenido en 1950 cuando la ciudad fue tomada por las tropas norcoreanas durante la Guerra de Corea.

Blake ofreció sus servicios al KGB, para el que trabajó tras su liberación en 1953 y su retorno al Reino Unido.

Fue descubierto en 1961 y condenado a 42 años de cárcel, aunque logró fugarse y llegar en 1965 a Moscú, donde viviría hasta su muerte bajo una nueva identidad, Gueorgui Bejter, y una pensión del KGB.

Por su trabajo obtuvo la Orden de Lenin y en su 98 cumpleaños, el 11 de noviembre, recibió un telegrama de felicitación del presidente ruso, Vladímir Putin, antiguo oficial del KGB.

Blake confesó ser responsable del descubrimiento de más de 600 agentes secretos británicos en la Unión Soviética, pero negó ser un traidor, ya que dijo que nunca se había sentido ciudadano británico y se declaraba un fiel creyente en el comunismo.

LG

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