Desde el 13 de octubre, la infantería israelí hizo sus primeras incursiones en la Franja de Gaza. A partir de ese momento, Israel ha sometido la zona gobernada por Hamás, hogar de 2.3 millones de palestinos.
Israel ha prometido aniquilar a Hamás después de que el movimiento islamista salió de Gaza hace una semana e irrumpieran en ciudades y pueblos, matando a mil 300 israelíes, en su mayoría civiles, y llevándose a decenas de rehenes.
El viernes, Israel ordenó a más de un millón de personas salir de la mitad norte de la Franja de Gaza para huir al sur y evitar un ataque. Hamás prometió luchar hasta la última gota de sangre y dijo a los residentes que no se fueran.
El portavoz militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo que tropas respaldadas por tanques habían realizado incursiones para atacar a las baterías de cohetes palestinos y buscar información sobre la ubicación de los rehenes tomados por Hamás, el primer dato oficial sobre tropas terrestres en Gaza desde que comenzó la crisis.
"Estamos golpeando a nuestros enemigos con una fuerza sin precedentes", dijo Netanyahu en una breve declaración que, inusualmente, fue televisada después del comienzo del Sabbat judío. "Insisto en que esto es sólo el principio".
Se podían ver varios miles de residentes en las carreteras que salían de la parte norte de la Franja de Gaza, pero era imposible determinar su número. Muchos otros dijeron que no se irían.
Varios miles de residentes de Gaza salieron a las carreteras en dirección a la parte norte de la Franja de Gaza, pero fue imposible evaluar su número. Muchos otros dijeron que no se irían.
"Es mejor morir que irse (...) Nací aquí y moriré aquí. Irme es un estigma", dijo Mohammad, de 20 años, parado en la calle frente a un edificio reducido a escombros tras un ataque aéreo israelí hace dos días cerca del centro de Gaza.
Las mezquitas difundían el mensaje: "Aférrense sus casas. Aférrense a su tierra".
"Le decimos a la gente del norte de Gaza y de la ciudad de Gaza que se queden en sus casas y en sus lugares", dijo Eyad Al-Bozom, portavoz del Ministerio del Interior de Hamás, en una conferencia de prensa.
Según las autoridades de Gaza, 70 personas murieron y 200 resultaron heridas cuando Israel atacó coches y camiones que transportaban a personas que huían del norte de la franja hacia el sur. La agencia de noticias Reuters no pudo verificar de forma independiente el incidente denunciado.
Naciones Unidas y otras organizaciones advirtieron de la posibilidad de un desastre si tanta gente se veía obligada a huir, y afirmaron que debía levantarse el asedio al enclave para permitir la entrada de ayuda.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo el viernes que la situación en Gaza ha alcanzado "un nuevo y peligroso mínimo". "Necesitamos acceso humanitario inmediato en toda Gaza, para que podamos hacer llegar combustible, alimentos y agua a todos los necesitados. Incluso las guerras tienen reglas".
Antes, un portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo que sería imposible que los civiles de Gaza siguieran las órdenes de israelíes y se fueran del norte "sin consecuencias humanitarias devastadoras", lo que provocó una reprimenda de Israel, que dijo que debería denunciar a Hamás y apoyar el derecho del Estado judío a la autodefensa.
"La soga en torno a la población civil de Gaza se está apretando. ¿Cómo se supone que 1,1 millones de personas van a desplazarse por una zona de guerra densamente poblada en menos de 24 horas?", escribió en las redes sociales el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que una evacuación tan grande era una "tarea difícil", pero que Estados Unidos no cuestionaría la decisión de decirle a los civiles que salieran.
"Entendemos lo que están tratando de hacer y por qué están tratando de hacer esto: tratar de aislar a la población civil de Hamás, que es su verdadero objetivo", dijo en MSNBC.
Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, rival de Hamás, dijo al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en Jordania que el desplazamiento forzado de palestinos en Gaza constituiría una repetición de 1948, cuando cientos de miles de palestinos huyeron o fueron expulsados de lo que hoy es Israel. La mayoría de los habitantes de Gaza son descendientes de esos refugiados.
Gaza es ya uno de los lugares más poblados del planeta y por ahora no hay salida. Israel ha impuesto un bloqueo total y Egipto, que también tiene frontera con el enclave, hasta ahora se ha resistido a los llamados para abrirlo a los residentes que huyen.
Les prometo que venceremos: Yoav Gallant
Hamás publicó un video el viernes que pretendía mostrar a sus combatientes abrazando a un bebé y a un niño pequeño en una de las aldeas que saqueó. Israel ha dicho que familias enteras fueron masacradas.
"Estamos luchando por nuestro hogar. Estamos luchando por nuestro futuro (...) El camino será largo, pero al final les prometo que venceremos", dijo el ministro de Defensa, Yoav Gallant, al reunirse con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, quien llegó un día después del secretario de Estado, Antony Blinken.
Austin dijo que la ayuda militar estaba fluyendo hacia Israel, pero que éste era el momento para tomar decisiones y no para la venganza.
El viernes, Blinken viajó a Jordania, donde se reunió con el rey Abdullah y con Abbas, cuya Autoridad Palestina ejerce un autogobierno limitado en la Cisjordania ocupada por Israel, pero perdió el control de Gaza ante Hamás en 2007. Blinken viajó más tarde a Qatar, un aliado de Estados Unidos con influencia entre los grupos islamistas.
En Cisjordania, manifestantes que apoyan a Gaza libraron tiroteos con las fuerzas de seguridad israelíes. Funcionarios palestinos dijeron que 11 personas murieron a tiros.
También se ha temido que las hostilidades se extiendan a nuevos frentes, incluida la frontera norte de Israel con Líbano, donde los enfrentamientos de esta semana ya han sido los más mortíferos desde 2006.
Issam Abdallah, camarógrafo de Reuters, fue asesinado el viernes mientras trabajaba en el sur del Líbano. Reuters dijo que estaba buscando más información y trabajando con las autoridades de la región.
Anteriormente, Reuters había informado de que un bombardeo israelí había alcanzado un puesto de observación del ejército libanés en la frontera. El ejército israelí dijo que había disparado en respuesta a una supuesta infiltración armada, que más tarde dijo que había sido una falsa alarma.
Los medios de comunicación estatales libaneses informaron de que los proyectiles habían impactado cerca de Alma al-Shaab y Dhayra, escenarios de repetidos enfrentamientos la semana pasada.
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, dijo que investigaría lo ocurrido en la zona tras la muerte del periodista.
"Siempre intentamos mitigar y evitar las víctimas civiles. Obviamente, nunca querríamos atacar, matar o disparar a ningún periodista que esté haciendo su trabajo", señaló.
IOG