Al menos ocho personas han muerto y otras dos resultaron heridas en varios ataques armados registrados ayer en diversos puntos de la ciudad costera de Guayaquil, confirmó el alcalde, Aquiles Álvarez, poco después de que un grupo fuertemente armado ocupara las instalaciones de TC Televisión y tomara como rehenes a los empleados del canal.
La policía logró recuperar las instalaciones del canal y detuvo a trece personas señalados de pertenecer a la banda criminal Los Tiguerones, a los que acusará de terrorismo, en una jornada de terror que azotó varias ciudades del país, incluida la capital, Quito.
Los delincuentes irrumpieron en el canal durante la transmisión en directo y mantuvieron a algunos rehenes contra el piso, entre gritos y varios disparos. Otros lograron esconderse en baños y oficinas. Los secuestradores amenazaban e insultaban a los presenten mientras les apuntaban con sus armas.
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En el norte de la ciudad, varios individuos dispararon a los vehículos que pasaban cerca de ellos, lo que causó la muerte de cinco personas. Cerca de allí, un grupo armado irrumpió en un almacén de repuestos y asesinó a tres.
Ante la situación, el gobierno de Perú anunció que declarará en emergencia toda la frontera norte del país y enviará a las fuerzas armadas para vigilar la zona junto con la Policía Nacional.
El primer ministro peruano, Alberto Otárola, dijo que se declarará en emergencia las regiones de Tumbes, Amazonas, Cajamarca y Loreto, que comparten una línea fronteriza con Ecuador de unos mil 500 kilómetros.
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Ecuador vive un estado de guerra inédito tras el desafío lanzado por el crimen organizado contra el Estado. Los narcos respondieron con una oleada de violencia a cada una de las iniciativas emprendida por el gobierno de Daniel Noboa tras la declaración del estado de excepción del lunes.
El presidente se vio obligado a responder a semejante pulso con la declaración de “conflicto armado interno”.
“He ordenado a las fuerzas armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar a estos grupos”, subrayó Noboa, quien ha definido a los enemigos del Estado como parte “del crimen organizado trasnacional como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes”.
Precisamente los líderes de los dos grupos delincuenciales más temidos del país, que aparecen en la lista de Noboa, han protagonizado dos fugas carcelarias de película entre el domingo y ayer. A la ya conocida del narco Adolfo Macías Fito, líder de Los Choneros, principal aliado del cártel de Sinaloa en Ecuador, sobre todo cuando era dirigido por Joaquín El Chapo Guzmán , se sumó la de otro capo, Fabricio Colón Pico, El Salvaje, uno de los jefes de Los Lobos.
La fuga de Colón fue el colofón a la primera noche de terror con toque de queda, que continuó durante todo el martes. Atentados, secuestros de agentes, tiroteos, quema de autos, explosiones, coches bomba y la toma del Canal TC fueron solo algunos capítulos de la guerra puesta en marcha por los grupos violentos.
Las distintas fuerzas políticas mostraron su respaldo a Noboa, incluido el ex presidente Rafael Correa, prófugo de la justicia ecuatoriana y con una pena de prisión de ocho años por corrupción.
El Congreso se sumó al llamado a la unidad nacional y adelantó que tramitará indultos para los miembros de las fuerzas de seguridad que sean procesados por “cumplir con su trabajo”.
Durante la jornada, en redes se mostraron imágenes donde reos matan a sus custodios, afirmando que eran parte de la ola de violencia del martes. Sin embargo, ningún medio ecuatoriano o agencias internacionales pudieron verificar su autenticidad.
Las autoridades sí confirmaron que dos policías “fueron asesinados vilmente por delincuentes armados” en la población de Nobol, provincia de Guayas. Se trata de Álex Paúl Taday y Luis Gabriel Guanotuña.