Una joven pareja estadunidense estaba disfrutando de una cita nocturna en su bar favorito, Rudyard's, ubicado en el área de Houston, Texas. Lo que parecía una velada tranquila tomó un giro inesperado cuando uno de ellos fue drogado por un individuo desconocido. La policía ahora está buscando al responsable de este acto.
Todo parecía ir bien. Daniel, el esposo de Melissa, fue a pagar la cuenta, dejando a su esposa con una bebida en la mesa. Mientras esperaba, un joven "espeluznante" se acercó a Melissa y le dijo: "Hola".
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“Lo miré y le dije: ‘Hola’”, recordó Melissa. “Luego me dijo: ‘Parece que esta noche te quedarás conmigo’. Yo pensé: ‘No importa’. Fue algo espeluznante. Entonces agarré mi bebida y le dije: ‘Voy a llamar a mi esposo’”, contó la víctima a The New York Post.
Después de esa incómoda interacción, Melissa se acercó a su esposo y le dijo que quería irse del lugar, sin terminarse aun su bebida. Daniel, para no dejar nada, se la terminó rápidamente antes de que salieran del bar.
Su marido dijo: “Yo pensé: ‘Bueno, no quería desperdiciar ocho dólares’”.“Entonces agarré la bebida y la moví. Le di un gran trago”, según TNP.
Tan pronto como la pareja salió del bar, Daniel comenzó a tener dificultades para caminar. Al darse cuenta de que algo andaba mal, Melissa envió un mensaje a su hija pidiéndole que los ayudara a entrar a la casa
“Mi mamá me envió un mensaje de texto desde el piso de arriba y me dijo: ‘¿Puedes venir a ayudarme a sacar a tu papá del auto?’”, dijo Natalia. “Tuvimos que arrastrarlo hasta adentro. Estaba gateando por el piso”, narró al medio citado.
La madre y la hija relataron que Daniel estaba irreconocible; entró tambaleándose en la casa, actuando de manera violenta y lanzando maldiciones.
“Pensamos que simplemente estaba muy borracho porque nunca lo habíamos visto así”, dijo Natalia.
Al día siguiente, Daniel no recordaba nada de lo sucedido. Se sometió a una prueba de drogas sin receta y descubrió que le habían administrado una sustancia conocida como "droga para violación". Esta droga está diseñada para incapacitar a una persona, dejándola indefensa ante posibles abusos sexuales.
“Ni siquiera era por mí”, dijo. “Quería hacerle daño a mi esposa, y eso es aún más indignante. Simplemente hay que tener cuidado”, dijo Daniel al Post.
La pareja presentó una denuncia ante el Departamento de Policía de Houston y está colaborando con el propietario del bar para identificar al responsable.
Aquí las declaraciones de la familia Zuniga:
DLGE