Las autoridades aeroportuarias de Hong Kong suspendieron todos los registros de pasajeros, rectificando un comunicado previo que anunciaba la cancelación de todos los vuelos de salida, después de que los manifestantes prodemocracia bloquearan las instalaciones.
"Las operaciones del aeropuerto internacional de Hong Kong se han visto seriamente perturbadas, y todos los procedimientos de registros de pasajeros ahora han sido suspendidos", dijo un comunicado publicado en la web del aeropuerto.
"Se aconseja a todos los pasajeros abandonar los edificios de las terminales lo antes posible", añadió.
El comunicado no aclaró por el momento cuántos vuelos serían cancelados ni si los vuelos de llegada se verían afectados por la decisión.
Este anuncio corregía un previo comunicado en el que se decía que todos los vuelos de salida habían sido cancelados.
Mientras tanto, el jefe de la Policía local, Stephen Lo, se limitó a decir que están "siguiendo de cerca" la situación en el aeropuerto tras ser preguntado sobre si se plantean dispersar a los manifestantes.
Según el rotativo estatal chino Global Times, la Policía hongkonesa "se planteará el uso de la fuerza dadas las circunstancias" en el aeropuerto.
Los activistas, muchos vestidos de negro, corearon consignas, cantaron canciones e intentaron entablar conversaciones con los viajeros: algunos, los más frustrados con la situación, les criticaban, pero otros eran más comprensivos.
Así, desplegaron pancartas con mensajes como "Lo siento por las molestias, no tenemos otra opción" y "Se han cargado el ojo derecho de una enfermera", en referencia a que la Policía habría disparado munición no letal a bocajarro hiriendo a una joven en el ojo.
Esta situación llega después de que Hong Kong registrara su décimo fin de semana consecutivo de protestas, que comenzaron con la oposición a una controvertida propuesta de ley de extradición, pero que han evolucionado hacia una serie de demandas de mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad.
Sin embargo, la violencia entre la Policía y algunos de los manifestantes es cada vez mayor, en una espiral que ha ido en aumento con la sucesión de las marchas de protesta.
jos