Un grupo internacional de derechos acusó el jueves a las autoridades búlgaras de atacar a ciudadanos afganos y otros solicitantes de asilo y utilizar perros policías y otras formas de violencia para devolverlos de forma ilegal al otro lado de la frontera con Turquía.
Los migrantes dijeron haber sido golpeados, robados y despojados de sus ropas, según Human Rights Watch.
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“Las autoridades búlgaras están devolviendo de forma sumaria y brutal a migrantes y solicitantes de asilo al otro lado de la frontera terrestre con Turquía”, dijo Michelle Randhawa, responsable de derechos de migrantes y refugiados en HRW.
“La Unión Europea debe asegurarse de que Bulgaria detiene de inmediato las ilegales y deshumanizadoras devoluciones en sus fronteras y permite que los solicitantes de asilo accedan a procesos justos de asilo”.
El gobierno búlgaro no respondió de inmediato al reporte de HRW. Pero las autoridades han negado en el pasado que se maltrate a los migrantes.
HRW dijo haber entrevistado a 15 afganos entre noviembre y abril que dijeron a la organización que habían sido “víctimas de 19 devoluciones de autoridades búlgaras, de Bulgaria a Turquía”.
El Ministerio búlgaro de Defensa dijo en noviembre que desplegaría tropas y vehículos militares a lo largo de su frontera sur con Turquía para ayudar a la policía de fronteras a lidiar con los cada vez más migrantes que intentan entrar en el país.
El país balcánico, de 7 millones de personas, se encuentra en una importante ruta migratoria que va desde Oriente Medio y Afganistán hacia Europa. Muy pocos pretenden quedarse en el país más pobre de la UE, y en su lugar tratan de atravesar Bulgaria en su viaje hacia el oeste.
OC