El grupo yemení hutí (Ansar Aláh) liberó a más de 100 detenidos en Saná, calificando la medida de "iniciativa humanitaria unilateral" para indultar a los presos y devolverlos a sus familias.
"La mayoría de ellos son casos humanitarios, incluidos enfermos, heridos y ancianos", declaró Abdul Qader Al-Murtada, jefe del comité de asuntos de prisioneros dirigido por los hutíes, quien anunció la liberación y dijo que los detenidos habían sido soldados gubernamentales capturados en el frente de batalla.
Pero el gobierno yemení reconocido internacionalmente afirmó que los detenidos no eran soldados, sino civiles que los hutíes habían secuestrado en casas, mezquitas y lugares de trabajo.
"Liberar a estas víctimas bajo cualquier nombre no absuelve (a los hutíes) de este crimen", escribió Majed Fadail, viceministro de Derechos Humanos del gobierno yemení reconocido internacionalmente, en una publicación en la plataforma de redes sociales X.
Pronunciamiento de los hutíes:
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) confirmó el domingo la liberación unilateral de 113 detenidos "relacionados con el conflicto" y dijo en un comunicado que asistió a los detenidos para garantizar que su liberación fuera humana y digna.
"Me siento completamente tranquilo, como si hoy hubiera vuelto a nacer. Porque estábamos desesperados y pensábamos que nunca saldríamos", dijo Murshed Al Jamaai, un detenido liberado el domingo.
Yemen está sumido en un conflicto desde que los hutíes expulsaron al gobierno de la capital, Saná, a finales de 2014. La coalición militar liderada por Arabia Saudita intervino en 2015 para restaurar el gobierno.
El pasado diciembre se acordaron las líneas generales de una propuesta de hoja de ruta de la ONU para la paz en Yemen, pero los avances hacia la paz se estancaron cuando los hutíes intensificaron los ataques contra barcos en el mar Rojo y sus alrededores, alegando que actuaban en solidaridad con los palestinos en la guerra de Gaza.
La campaña ha perturbado el comercio mundial, ha avivado el temor a la inflación y ha agravado la preocupación de que las consecuencias de la guerra entre Israel y Hamás puedan desestabilizar partes de Medio Oriente.
SNGZ