Rebeldes hutíes en Yemen lanzaron un misil de crucero antibuques contra un destructor estadunidense en el Mar Rojo el domingo, aunque un caza estadunidense lo derribó.
El incidente se sumaba a otros ataques que han estremecido el tráfico naviero global durante la guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza, según las autoridades.
Se trataba del primer ataque de los hutíes reportado por Estados Unidos desde que Washington y sus países aliados comenzaron a atacar el viernes a los rebeldes tras semanas de agresiones contra mercantes en el Mar Rojo.
Sin embargo, otro misil impactó hoy contra el costado de babor de una embarcación que se encontraba al sureste de Adén, frente a las costas del Yemen, en medio de una escalada de tensión.
"El capitán informa de que un misil golpeó desde arriba el costado de babor del buque", dijo la entidad de la Marina británica Operaciones Marítimas Comerciales (UKMTO) en una alerta, en la que especificó que el incidente se produjo a unas 95 millas náuticas al suroeste de Adén.
La UKMTO no ofreció detalles sobre los daños causados por el misil, mientras que los rebeldes hutíes hasta el momento no han reivindicado la acción, si bien afirmaron este lunes que seguirán impidiendo la navegación de barcos de Israel o que se dirijan a puertos israelíes, según la televisión Al Masira, controlada por los rebeldes.
Como respuesta, una nueva ronda de ataques aéreos impactaron hoy cerca del aeropuerto de Al Hudeida, localidad portuaria del Yemen controlada por los rebeldes hutíes, según informaron a EFE testigos de los bombardeos.
Según los testigos, se ha escuchado una "gran explosión" cerca del aeropuerto de Al Hudeida, en la costa del mar Rojo, una de las principales localidades utilizadas por los hutíes para lanzar proyectiles contra embarcaciones comerciales que transitan por esta estratégica vía marítima.
¿Cuál es el contexto de los ataques?
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Los hutíes se han centrado en ese corredor que conecta los cargamentos de energía y mercancías de Asia y Oriente Medio con el Canal de Suez y desde allí con Europa. Los ataques en protesta por la guerra entre Israel y Hamás amenazan con convertir ese conflicto en una conflagración regional más amplia.
Los hutíes, un grupo rebelde chií aliado con Irán que tomó la capital yemení en 2014, no reconocieron el ataque en un primer momento.
No estaba claro si Estados Unidos tomaría represalias por el último ataque, aunque el presidente, Joe Biden, ha dicho que no dudará “en dirigir más medidas para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional si fuera necesario”.
El misil hutí del domingo iba dirigido contra el USS Laboon, un destructor de clase Arleigh Burke que opera en la zona sur del Mar Rojo, según, un comunicado del Comando Central del ejército estadunidense.
El proyectil salió desde cerca de Hodeida, una ciudad portuaria del Mar Rojo que los hutíes controlan desde hace tiempo, señaló Estados Unidos, que dijo que no se habían reportado daños ni heridos.
Los ataques liderados por Estados Unidos alcanzaron 28 puntos en su primer día y golpearon más de 60 objetivos con misiles de crucero y bombas lanzadas desde cazas, barcos militares y un submarino. Entre los lugares alcanzados había depósitos de armas, radares y centros de mando, incluso en zonas remotas de montaña, según Estados Unidos.
Los hutíes aún no han reconocido el alcance de los daños por los ataques, que según dijeron mataron a cinco de sus soldados e hirieron a otros seis.
Las fuerzas estadunidenses continuaron el sábado con un ataque a un radar de los hutíes.
Los ataques han reducido el tráfico naviero por el Mar Rojo. La Armada estadunidense advirtió el viernes a los barcos con bandera de Estados Unidos que se mantuvieran alejados de zonas en torno a Yemen en el Mar Rojo y el Golfo de Adén durante 72 horas tras los ataques iniciales.
Por su parte, los hutíes afirmaron sin presentar pruebas que Estados Unidos había atacado un lugar cerca de Hodeida el domingo en torno a la misma hora que el fuego de misil de crucero. Washington y Londres no reportaron ningún ataque, lo que sugería que la detonación podría deberse a un fallo de un misil hutí.
Desde noviembre, los rebeldes han atacado de forma reiterada a barcos en el Mar Rojo, lo que describieron como una venganza por la ofensiva israelí en Gaza contra Hamás. Pero a menudo han ido tras barcos lazos escasos o dudosos con Israel, poniendo en peligro el tráfico mercante en una ruta crucial para el comercio global.
Incluso el líder del grupo armado libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, mencionó de forma indirecta los crecientes ataques hutíes contra embarcaciones en un discurso el domingo, al decir que “el mar se ha convertido en un campo de batalla de misiles, drones y buques de guerra” y acusar a los ataques estadunidenses de agravar las tensiones marítimas.
“Lo más peligroso es lo que hicieron los estadunidenses en el Mar Rojo, perjudicará la seguridad de toda la navegación marítima”, afirmó Nasrallah.
Aunque el gobierno de Biden y sus aliados han intentado rebajar la tensión en Oriente Medio desde hace semanas e impedir cualquier conflicto más amplio, los bombardeos en el Mar Rojo amenazan con provocar uno.
Arabia Saudí, que respalda al gobierno yemení exiliado contra el que combaten los hutíes, intentó distanciarse de los ataques contra objetivos hutíes en un esfuerzo de mantener un delicado cese de hostilidades con Irán y una tregua que tiene en Yemen.
La guerra en Yemen que lidera Arabia Saudí con apoyo estadunidense comenzó en 2015 y se ha cobrado más de 150 mil vidas, entre civiles y combatientes. El conflicto ha creado uno de los peores desastres humanitarios del mundo, que ha causado decenas de miles de muertes adicionales.
El ejército estadunidense no especificó que el fuego fuera dirigido contra el Laboon, en línea con la costumbre de Washington desde que comenzaron los ataques hutíes. Sin embargo, marineros estadunidenses han recibido enseñas de combate por sus acciones en el Mar Rojo, algo que sólo se concede a los que enfrentan hostilidades activas de una fuerza enemiga.
SNGZ