La fiscalía de Larisa ha imputado al jefe de la estación de trenes de esta ciudad griega por “homicidio negligente” y otros delitos penados con entre diez años de cárcel y cadena perpetua tras el accidente del martes que dejó ya 57 muertos.
El jefe de estación permanece detenido desde el día del accidente.
Al acusado, de 59 años, se le imputa la presunta comisión de “homicidio negligente” en serie y provocar lesiones corporales.
Además de este delito, se le añade la perturbación de la seguridad del tráfico de transporte con el resultado de la muerte de varias personas.
Según los medios griegos, el empleado ferroviario admitió su responsabilidad en el error que situó un tren de pasajeros con 342 pasajeros y 10 tripulantes en la misma vía en la que venía de frente un tren de carga con dos maquinistas.
El tercer accidente más mortífero de Europa
Con 57 muertos, el choque de trenes de Grecia se ha convertido en el tercer accidente ferroviario más mortífero en la historia de Europa, sólo por debajo de los sucedidos en Alemania en 1998 y España en 2013, respectivamente.
aag