Un alto funcionario iraní mantuvo conversaciones el viernes con líderes libaneses sobre la guerra que libran Israel y el grupo político-paramilitar Hezbolá, mientras Estados Unidos seguía presionando de forma activa a ambas partes para que alcancen un nuevo acuerdo de alto el fuego.
La visita de Ali Larijani, asesor del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, a Beirut estuvo marcada por un nuevo ataque aéreo israelí en el extremo sureste de la ciudad.
Una imagen capturada por un fotógrafo de The Associated Press mostró lo que parecía ser un edificio residencial de 11 pisos en el área de Tayouneh, a pocos kilómetros del centro de la capital de Líbano, a punto de ser alcanzado por una bomba, que luego estalló en llamas.
No hubo reportes inmediatos de víctimas, pero la bomba impactó en un piso inferior del edificio y convirtió gran parte del inmueble en escombros. El Ejército israelí había emitido una advertencia antes del ataque, alegando que era una instalación que pertenecía a Hezbolá.
Estados Unidos ha estado tratando de mediar para el final de los combates entre Israel y Hezbolá, que se agravaron en septiembre, cuando la guerra de 13 meses contra Hamás en Gaza se extendió al sur y al este de Líbano, además de a los suburbios del sur de Beirut.
Tanto Hezbolá como Hamás cuentan con el respaldo de Irán. La milicia libanesa comenzó a disparar cohetes hacia el norte de Israel un día después del ataque sorpresa de los insurgentes palestinos sobre el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que provocó la guerra en el sitiado enclave palestino.
Según la prensa libanesa, la embajadora de Estados Unidos, Lisa Johnson, entregó un borrador con una propuesta de acuerdo para el final de la guerra en Líbano al presidente del Parlamento, Nabih Berri, quien ha estado liderando las conversaciones en representación de Hezbolá.
Un funcionario libanés confirmó el viernes que Johnson visitó a Berri pero se negó a decir si le entregó documento alguno. Habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios sobre las conversaciones en curso.
La embajada de Estados Unidos, por su parte, se negó a confirmar o negar los reportes.
Larijani llegó el viernes a Líbano desde la vecina Siria, donde en la víspera mantuvo conversaciones similares con el presidente del país, Bashar Assad. De acuerdo con la agencia noticiosa estatal siria, Assad y Larijani discutieron la "agresión en curso sobre Palestina y Líbano y la necesidad de detenerla".
Además de respaldar a Hamás, Irán es uno de los principales apoyos de Hezbolá y lleva décadas financiando y armando al grupo insurgente libanés.
Después de reunirse con el primer ministro interino, Najib Mikati, Larijani se vio con Berri en un encuentro a puerta cerrada.
Momento del ataque:
La embajada de Irán en Beirut dijo en la red social X que, durante esas conversaciones, Larijani señaló que Teherán apoya al "gobierno, al Ejército y a la resistencia" de Líbano, refiriéndose a Hezbolá. Además, apuntó que abordaron los esfuerzos en marcha para alcanzar un alto el fuego, pero no ofreció más detalles.
El jueves, los diez miembros electos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hicieron circular un proyecto de resolución que exige "un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente" también en Gaza.
El proyecto de resolución, que fue enviado a los cinco miembros permanentes del consejo, reitera la demanda de la institución para "la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes" secuestrados durante el asalto sorpresa de Hamás a Israel. Las autoridades israelíes afirman que el territorio palestino hay aún unos 100 cautivos, aunque no se cree que todos estén vivos.
Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, tiene la clave para que el Consejo de Seguridad adopte la resolución. Se espera que los otros cuatro miembros permanentes (Rusia, China, Reino Unido y Francia) la apoyen o se abstengan.
El borrador obtenido el jueves por The Associated Press exige también el acceso inmediato de la población civil de la Franja a la ayuda humanitaria y a servicios básicos para su supervivencia.
La resolución expresaría además la "profunda alarma por la situación humanitaria catastrófica en Gaza, incluida la falta de servicios de atención médica adecuados y el estado de inseguridad alimentaria que crea un riesgo de hambruna, especialmente en el norte".
El texto lamentaría además todos los ataques a civiles y "objetos civiles", así como todos los actos de terrorismo.
La guerra entre Israel y Hamás comenzó tras el sorpresivo ataque insurgente que dejó alrededor de mil 200 muertos, en su mayoría civiles, unos 250 rehenes.
La respuesta militar de Israel en Gaza se ha cobrado la vida de más de 43 mil personas, según funcionarios de salud palestinos, cuyo conteo no distingue víctimas civiles y combatientes, pero afirman que más de la mitad de los muertos son mujeres y niños.
Hezbolá comenzó a lanzar proyectiles hacia Israel el 8 de octubre de 2023, en solidaridad con Hamás. Desde que estalló el conflicto, más de 3 mil 200 personas han muerto y más de 14 mil resultaron heridas en Líbano, de acuerdo con su Ministerio de Salud.
Líbano también ha sufrido daños personales y pérdidas económicas por importe de unos 8 mil 500 millones de dólares, según un informe del Banco Mundial presentado el jueves.
YRH