Bruna Valeanu, de 24 años, es la segunda víctima brasileña del ataque lanzado el pasado sábado contra un festival de música en Israel por el grupo Hamás. Su familia no conocía a nadie en ese país, por lo que convocó a 10 personas para realizar el funeral pero aparecieron miles.
Los seres queridos de la joven necesitaban a 10 voluntarios para realizar la ceremonia, por normas de la religión judía, pero el entierro realizado el martes se vio abarrotado por la solidaridad de la gente.
A través de redes sociales, la madre de la joven publicó la convocatoria para despedir a su hija ya que no conocían a nadie en el país ni tenían familia allí.
"Cuando llegamos al cementerio vimos que había mucha gente y no comprendimos por qué, creímos que había muchos funerales hasta que nos dimos cuenta de que todos habíamos venido por Bruna", dijo un asistente al medio local Jerusalen Post.
Igual que Bruna, al menos 260 personas murieron durante el ataque al festival Supernova, celebrado cerca de la Franja de Gaza. Poco antes, la Cancillería había confirmado la muerte del brasileño Ranani Nidejelski Glazer, quien estaba en la misma fiesta de música electrónica.
La muerte de Valeanu fue confirmada por sus familiares: "la última vez que hablamos nos mandó su ubicación por mensaje, era un lugar peligroso donde los terroristas llegaron en camiones, tanques y motocicletas. Ella escuchó un montón de disparos y vio a gente herida", recordó Nathalia Valeanu, hermana de la víctima, a Jerusalen Post.
Más brasileños atrapados en Israel
La Cancillería aún aguarda información sobre otra brasileña que asistía a ese mismo festival y está desaparecida desde el ataque de las milicias palestinas.
El gobierno brasileño inició una operación de repatriación de los nacionales que residen en la zona, que se calcula que son unos 14 mil en Israel y cerca de 6 mil en Gaza.
Entre ellos, unos mil 700 han pedido ayuda oficial para volver al país y el Gobierno ya ha enviado dos aviones militares a Tel Aviv.
SNGZ