Con mayor libertad y una esperanza de volver a la normalidad, así describen habitantes de Israel el poder salir a la calle sin cubrebocas, esto luego de que desde el domingo el gobierno permitiera no usarlos en espacios al aire libre.
En entrevista para MILENIO, Uriel Dorin y Gabriela Yves, residentes en Israel desde hace ya varios años, narran cómo esta medida los hace sentirse más liberados, pero sobre todo tener un respiro después de más de un año de la pandemia de covid-19 usando el cubrebocas para cualquier actividad que implicara salir de casa.
Para Gabriela, quien actualmente trabaja como psicóloga, asegura que esta medida puede tener un efecto bastante positivo en las personas, sobre todo en aquellas que llevaban más de un año sin poder salir, ni ver a sus familias.
“Realmente sí afecta en las emociones porque la gente está con la esperanza de recuperar la vida que llevábamos… Hay un incremento de buen ánimo, lo cual es positivo, ya que lo vivido en la pandemia, fue mucho estrés, depresión y ansiedad”, explicó.
Asimismo, destacó que si bien puede que haya un aumento en el estrés de las personas, este no necesariamente podría ser negativo, ya que es un reflejo de cómo la población se adapta a la vida que se tenía antes de la pandemia de covid-19.
“Lo más probable es que sí vuelva un poco el estrés por volver a acomodarnos a lo que es nuestra realidad y nuestra sociedad, sin embargo, dentro de lo que cabe es un estrés positivo ya que todos están en ese tono de volver a la normalidad”, detalló.
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Por su parte, el médico familiar Uriel apuntó que si bien la gente se siente un poco más segura y libre de salir a las calles sin usar la mascarilla, lo cierto es que aún no se sabe las consecuencias a largo plazo que pueda tener relajar esta medida pese a la disminución en el número de contagios que se ha visto en el país desde que se implementó el plan de vacunación.
“Se siente que vuelves un poco a la normalidad a como estábamos antes del covid, aunque todavía no sabremos qué efectos podría tener… Hasta dentro de dos semanas sabremos cuales podrían ser las repercusiones de dejar de lado el uso de cubrebocas”, comentó.
Sin embargo, ambos coincidieron en que, pese a la incertidumbre generada por quitar esta restricción, para muchos es una esperanza de tener la normalidad de vuelta, pero sobre todo de seguir viviendo sin el miedo constante a contagiarse, aunque aún sea necesario continuar con algunas medidas para reducir los riesgos de contagio del virus, ante la incertidumbre que existe en el resto del mundo.
“Nos debemos seguir cuidando y creo que son medidas que debemos seguir teniendo… Es una nueva normalidad para nosotros, pero desde afuera también vemos que en el resto del mundo aun no es posible una realidad como la que vivimos aquí”, precisó Uriel.
DMZ