El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, descartó que su gobierno comprará la vacuna contra el coronavirus que desarrolla la empresa china Sinovac, Coronavac, desautorizando a su ministro de Salud, Eduareo Pazuello, quien ayer anunció la compra de 46 millones de dosis del inmunizante.
En su cuenta de Facebook, Bolsonaro sostuvo que no comprara la dosis ya que no se tiene registro de su eficacia y seguridad tanto del Ministerio de Salud como por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
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"El pueblo brasileño no será conejillo de indias de nadie. No se justifica un billonario aporte financiero en una medicina que ni siquiera superó la fase de pruebas", afirmó Bolsonaro, donde aprovechó de burlase de su adversario político mediante la dosis, diciendo que Coronavac era "la vacuna china de Joao Doria".
"Para mi gobierno, cualquier vacuna, antes de ser puesta a disposición a la población, tiene que ser comprobada científicamente por el Ministerio de Salud y certificada por la Anvisa (...) mi decisión es la de no adquirir la referida vacuna".
Su negativa se produjo un día después de que Pazuello, un general del Ejército que asumió como tercer ministro de Bolsonaro durante la pandemia, informó un acuerdo para comprar 46 millones de la inocoluación de la llamada vacuna de Sinovac por 427 millones de dólares.
Coronavac es desarrollada y experimentada en Brasil por Sinovac, en asociación con el Instituto Butantan, una institución científica vinculada al estado de Sao Paulo, cuyo gobernador es Joao Doria.
Tras una reunión el martes con diferentes gobernadores, incluyendo Doria, Pazuello afirmó que había firmado un protocolo de intenciones para adquirir la medicina china y ampliar la oferta de vacunas contra el coronavirus que serán ofrecidas a los brasileños.
El rechazo de Bolsonaro surge el mismo día en que se dio a conocer que un voluntario brasileño murióen las pruebas de la vacuna contra el coronavirus que desarrolla AsrtaZeneca y la Universidad de Oxford en el país sudamericano.
El gobierno de Jair Bolsonaro acordó la compra de 100 millones de vacunas a la empresa y la casa de estudios británica, sumado también a la adjudicación de otras 40 millones de dosis que están adscritas luego que Brasil se sumara a la iniciativa mundial Covax, liderada por la Organización Mundial de la Salud.
El ministro aclaró que tanto la vacuna de Sinovac como la de Oxford están aún en período de pruebas y que, antes de ser suministradas, deberán ser certificadas por la Anvisa.
Las dos vacunas son experimentadas masivamente en Brasil, el segundo país con mas muertes por la covid-19 en el mundo después de Estados Unidos, con 155 mil fallecimientos, y el tercero con más casos después de la India, con 5,3 millones de contagios.