Pese a que Brasil está entre los tres primeros países más afectados por el coronavirus en el mundo, con un proceso de vacunación lento y con pocas marcas de dosis que se administran, no fueron suficientes para frenar la masiva convocatoria en motocicleta y sin cubrebocas que lideró el presidente Jair Bolsonaro con sus partidarios para respaldar su gestión, especialmente ante el covid-19.
El mismo mandatario ha hecho gala de esta sorpresiva convocatoria en tiempos de pandemia, donde incluso en sus redes sociales compartió un video que fue musicalizado y donde se ocuparon las calles de Brasilia, capital administrativa, para realizar este encuentro que, el mismo Bolsonaro, lo vinculó al Día de la Madre.
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"Tuvimos un problema gravísimo el año pasado, algo que nadie esperaba, la pandemia, pero poco a poco estamos venciendo. Pueden estar seguros: como jefe supremo de las Fuerzas Armadas jamás mi Ejército irá a las calles para mantenerlos en sus casas", dijo Bolsonaro a sus seguidores, concentrados en las afueras del Palacio de Alvorada tras el recorrido.
Al final del recorrido, Jair Bolsonaro, férreo crítico del confinamiento social para enfrentar la pandemia, se tomó fotografías, estrechó manos con decenas de seguidores -muchos entre quienes, al igual que el mandatario, no llevaban cubrebocas-, y agradeció el "apoyo a un gobierno que se identifica en gran medida con el Ejército".
Bajo el embate de una segunda ola de la pandemia, Brasil se ha convertido en el país con mayor índice de mortalidad en el continente americano y en el Hemisferio Sur, aunque el ritmo de contagios se ha reducido en las últimas semanas.
El pasado 1 de mayo, los seguidores de Bolsonaro realizaron multitudinarias marchas y caravanas motorizadas en ciudades como Brasilia, Sao Paulo y Rio de Janeiro, solo tres días antes de que una comisión del Senado comenzara a investigar las acciones del gobierno para enfrentar la pandemia en Brasil.
En su declaración el martes ante el Senado, el ex ministro Luiz Henrique Mandetta, destituido en abril de 2020 por defender el distanciamiento social para contener el virus, afirmó que alertó "sistemáticamente" al presidente Bolsonaro sobre las "gravísimas consecuencias" de sus posturas frente a la pandemia.
Al día siguiente, el ex ministro Nelson Teich, que sucedió a Mandetta por casi un mes, dijo que su renuncia a la cartera de Salud se debió a la presión del mandatario para prescribir cloroquina contra el covid-19, pese a ser un remedio ineficaz contra el virus y potencialmente peligroso.
El 19 de mayo, está prevista la declaración del ex ministro de Salud, general Eduardo Pazuello, destituido en marzo en medio de fuertes críticas a su gestión, principalmente debido a la demora de Brasil para negociar vacunas contra el covid-19.
Previo a esa instancia, para el 15 del mismo mes, se prevé otra gran movilización de los seguidores del gobierno.
OMZI