Japón y Corea del Sur acordaron medidas para resolver una disputa comercial, una de las discrepancias que los mandatarios de ambos países intentaban resolver en una esperada cumbre el jueves.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol,se reunirían más tarde en Tokio en un intento de abordar disputas sobre su historia y reconstruir con rapidez los lazos económicos y de seguridad de sus países. Un lanzamiento de misil norcoreano y los encuentros entre barcos chinos y japoneses en aguas disputadas ese mismo día mostraban lo que había en juego.
El ministro surcoreano de Comercio, Lee Chang-yang, dijo que tras las negociaciones de esta semana Japón ha aceptado levantar los controles de exportaciones a Corea del Sur, que retirará su queja ante la Organización Mundial del Comercio cuando se hayan levantado las restricciones.
Por su parte, el Ministerio japonés de Economía, Comercio e Industria admitió progresos sobre los controles de exportación y dijo que Japón respondería a la decisión de Seúl de retirar su queja ante la OMC abandonando las restricciones contra Corea del Sur y restaurando la situación que tenía el país antes de julio de 2019.
Los países seguirán hablando sobre restaurar su condición de socio comercial preferente, tras degradar su categoría en 2019, indicó el ministerio de Lee.
Los controles de exportación japoneses afectaban a materiales empleados en semiconductores y para pantallas de diodos orgánicos emisores de luz (OLED) utilizadas en televisores y celulares.
Los dos países, que a menudo han chocado por su interpretación de la historia, tratan de formar un frente unido con su aliado mutuo, Estados Unidos, impulsados por su preocupación común por la beligerante Corea del Norte y una China más poderosa. Su cumbre se celebra conforme el nordeste de Asia se divide en bloques.
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