Jeremy Hunt, el aspirante a primer ministro que busca un Brexit "tolerante"

Hunt sustituyó a Boris Johnson al frente del Foreign Office hace casi un año, cuando el ex alcalde de Londres presentó su dimisión.

El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt. AP
Editorial Milenio
Londres /

El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, se disputa la jefatura del gobierno y el liderazgo conservador con el ex titular Boris Johnson, pero, a diferencia de este, trasladando la imagen de un Brexit tolerante y que no implica cerrarse a la apertura.

Hunt y Johnson, que quedaron como finalistas en las primarias "tories", representan dos visiones sobre el Brexit que, si bien no son opuestas, tampoco son homólogas.

Mientras que Johnson quiere sí o sí romper con la Unión Europea el 31 de octubre, Hunt ha dejado la puerta abierta a pedir una nueva extensión del plazo de salida a Bruselas si es necesario.

Hunt ha manifestado que, si para esa fecha no hay perspectivas de un divorcio negociado a corto plazo, saldrá a las bravas, pero que, en caso de que para entonces el país esté "cerca" de conseguir sellar una salida pactada, estará dispuesto a plantear una nueva prórroga.

Jeremy Hunt (Londres, 1966) sustituyó precisamente a Boris Johnson al frente del Foreign Office hace casi un año, cuando el ex alcalde de Londres presentó su dimisión por discrepancias en la gestión del Brexit con la todavía primera ministra del Reino Unido, Theresa May.

Antes de eso, fue titular de Sanidad durante casi seis años, convirtiéndose en el que más tiempo ha estado en ese cargo en la historia del Reino Unido.

El que fuera primer ministro David Cameron decidió que dirigiera esa cartera después de dos años como titular de Cultura, durante los cuales fue el responsable de los exitosos Juegos Olímpicos de Londres de 2012.

Jeremy Richard Streynsham Hunt entró en el Parlamento británico en 2005, como diputado para la circunscripción de South West Surrey, tras estudiar Filosofía, Políticas y Económicas en la Universidad de Oxford, donde fue presidente de la Asociación Conservadora de la institución educativa.

Cuando se produjo la dimisión de Cameron en junio de 2016, Hunt confesó que se planteaba "seriamente" la posibilidad de presentarse como candidato al liderazgo "tory", algo que finalmente ha hecho tres años después.

Casado con una migrante china con la que tiene tres hijos, Hunt ha presumido durante su andadura al cargo de la diplomacia británica de hablar fluidamente japonés.

Una de sus anécdotas más recordadas la protagonizó durante una visita a Pekín en 2018, cuando confundió la nacionalidad de su esposa y dijo que era japonesa, error que corrigió rápidamente, pero que desató las risas de los presentes y que el propio Hunt ha recordado en numerosas ocasiones en tono jocoso.

En su corta trayectoria como ministro de Exteriores ha vivido dos visitas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al país, un mandatario con el que ha tenido sus más y sus menos.

El año pasado se enzarzó en la red social Twitter en un cruce de reproches, después de que Trump criticara el Servicio Nacional de Salud británico (NHS, en sus siglas en inglés).

Sin embargo, hace días Hunt afirmó que estaba de acuerdo al "150%" con la opinión del mandatario estadunidense sobre el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, al que criticó duramente durante su visita de Estado al Reino Unido a principios de este mes.

Aunque luego matizó diciendo que no lo estaba con el tono racista de las críticas del político republicano estadunidense y recordó, durante el debate con el resto de candidatos conservadores celebrado el pasado martes en la cadena pública BBC, sus vínculos familiares con personas extranjeras.

"Estoy casado con una inmigrante, tengo tres hijos medio chinos y creo que lo mejor de este país es que a nadie le importa. Somos uno de los países más abiertos y tolerantes del planeta y tenemos que hacer todo lo que podamos para preservar eso, sobre todo con el Brexit, señaló.

Hunt quiere demostrar que los conservadores buscan un Brexit "tolerante" que no va en contra de los "extranjeros".

Aunque Johnson es quien más papeletas tiene para convertirse en el nuevo inquilino de Downing Street, serán los 160 mil afiliados conservadores los que tendrán la última palabra y ambos tendrán que convencerlos de su idoneidad para ocupar el cargo, en una campaña que culminará dentro de un mes.

jos

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