El presidente estadunidense, Joe Biden, se mostró "muy orgulloso" de la reacción de su secretario de Estado, Antony Blinken, tras el tenso y poco diplomático cruce de declaraciones con funcionarios chinos en una reunión bilateral en Alaska.
"Estoy muy orgulloso del secretario de Estado", dijo Biden este viernes en declaraciones a la prensa antes de subirse al avión presidencial para un viaje a Atlanta al ser preguntado por el inusual choque retórico entre los principales representantes diplomáticos de Washington y Beijing del jueves.
Las conversaciones entre los principales diplomáticos de Estados Unidos y China fueron "duras y directas", pero se encontraron algunas áreas donde los intereses de las superpotencias rivales coinciden, dijeron altos funcionarios estadunidenses el viernes tras el fin de reuniones bilaterales en Alaska.
La cita de alto nivel concluyó en Anchorage luego de que ambas partes se criticaran mutuamente por acciones consideradas perturbadoras de la estabilidad mundial, en el primer encuentro entre delegados de ambos países desde la llegada al poder del presidente estadounidense Joe Biden el 20 de enero.
Después de sesiones el jueves y el viernes por la mañana, Blinken dijo que Estados Unidos fue franco respecto de sus preocupaciones sobre la actitud de Beijing hacia Hong Kong y Taiwán y su accionar en el ciberespacio. El lado chino estuvo a la defensiva como se esperaba, dijo.
"Pero también pudimos tener una conversación muy sincera durante estas muchas horas sobre una agenda en expansión", afirmó Blinken. "Sobre Irán, sobre Corea del Norte, sobre Afganistán, sobre el clima, nuestros intereses se cruzan", indicó.
Las reuniones fueron fijadas como un intercambio de puntos de vista y no se esperaban acuerdos o pactos.
"Esperábamos tener conversaciones duras y directas sobre una amplia gama de temas, y eso es exactamente lo que tuvimos", dijo el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. "Tenemos las cosas claras al salir, y regresaremos a Washington para hacer un balance de dónde estamos. Continuaremos consultando con aliados y socios sobre el camino a seguir".
La delegación china, encabezada por el alto diplomático Yang Jiechi, partió sin comentarios inmediatamente después del encuentro.
Por su parte, la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, calificó la reacción del responsable del Partido Comunista de China (PCCh) para Asuntos Exteriores, Yang Jiechi, como "exagerada" y destinada para "una audiencia doméstica"
"La delegación de Estados Unidos fue a Anchorage (Alaska) comprometida para mostrar los principios, intereses y valores que animan nuestra relación con Beijing", agregó Jean-Pierre en el avión presidencial.
La tensión comenzó nada más iniciarse el encuentro, el primero de la Administración Biden con el gobierno del presidente chino, Xi Jinping, delante de los periodistas y cámaras de televisión.
Blinken comenzó afirmando que Washington está tratando de repeler las prácticas chinas, porque "tener fuerza no es lo mismo que tener razón" y criticó a Beijing por adoptar acciones que "amenazan el orden (mundial) basado en normas, que mantiene la estabilidad global".
Asimismo, el titular de Exteriores avanzó a sus interlocutores chinos su intención de hablar sobre los ciberataques, la situación en la provincia noroccidental de Xinjiang, Hong Kong y Taiwán.
La presentación no gustó a la delegación china, y Yang replicó con dureza durante 18 minutos a los estadounidenses delante de las cámaras.
"No creemos en las invasiones con el uso de la fuerza, el derrocamiento de otros regímenes y las masacres de personas de otros países", subrayó el responsable chino, quien opinó que es importante que Washington cambie su imagen. "Mucha gente en Estados Unidos tiene poca confianza en la democracia estadunidense", remarcó Yang.
Blinken llegó a Alaska tras visitar Japón y Corea del Sur, aliados de Estados Unidos en Asia, en su primer viaje internacional y en el que estuvo acompañado por el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
Durante su estancia en Tokio, el gobierno de Estados Unidos y el de Japón emitieron un comunicado conjunto criticando el trato por parte de China de la minoría uigur en la provincia noroccidental de Xinjiang y su "comportamiento desestabilizador" hacia los países vecinos.
Las relaciones entre China y Estados Unidos se deterioraron de forma drástica durante la era del ex presidente Donald Trump con colisiones en planos como el comercial, el diplomático o el tecnológico, y aunque Biden ha prometido otro enfoque, su gobierno no parece tener prisa por poner fin del todo a sus conflictos con Beijing.
dmr