El presidente Joe Biden promulgó el sábado un paquete de ley de gastos por valor de 1.2 billones de dólares, después de que el Congreso aprobó la tan esperada medida apenas unas horas antes, poniendo fin a la amenaza de un cierre parcial del gobierno.
“Este acuerdo representa un compromiso, lo que significa que ninguna de las partes obtuvo todo lo que quería”, dijo Biden en un comunicado.
“Pero rechaza los recortes extremos de los republicanos de la Cámara de Representantes y amplía el acceso a la atención infantil, invierte en la investigación del cáncer, financia la atención de la salud mental y el consumo de sustancias, hace avanzar el liderazgo estadunidense en el extranjero y proporciona recursos para asegurar la frontera... Son buenas noticias para el pueblo estadunidense”, añadió.
Los legisladores tardaron seis meses del actual ejercicio presupuestario en acercarse a la línea de meta de la financiación del gobierno, un proceso ralentizado por los conservadores, que presionaron para que se establecieran más mandatos políticos y recortes de gastos más pronunciados de los que considerarían un Senado o una Casa Blanca liderados por los demócratas.
El estancamiento exigió varios proyectos de ley de gasto a corto plazo para mantener la financiación de los organismos.
Según la Casa Blanca, Biden firmó la ley en su casa de Wilmington, Delaware, donde pasaba el fin de semana. La ley había sido aprobada por el Senado por 74 votos a favor y 24 en contra poco después de que expirara la financiación de las agencias a medianoche.
Así pasó Biden su fin de semana:
Pero la Casa Blanca había enviado un aviso poco después de la fecha límite anunciando que la Oficina de Administración y Presupuesto había cesado los preparativos del cierre porque había un alto grado de confianza en que el Congreso aprobaría la ley y el presidente demócrata la firmaría el sábado.
El primer paquete de proyectos de ley de gastos para todo el año, que financiaba los departamentos de Asuntos de Veteranos, Agricultura e Interior, entre otros, fue aprobado por el Congreso hace dos semanas, cuando faltaban apenas unas horas para que caducara la financiación de esos organismos. El segundo cubría los departamentos de Defensa, Seguridad Nacional y Estado, así como otros aspectos de la administración pública.
Combinando ambos paquetes, el gasto discrecional para el ejercicio presupuestario ascenderá a 1.66 billones de dólares. Esta cifra no incluye programas como la Seguridad Social (pensionados) y Medicare (seguro médico para pensionados y discapacitados), ni la financiación de la creciente deuda del país.
SNGZ