José Eduardo dos Santos, ex presidente de Angola, murió a los 79 años este viernes en una clínica en Barcelona, España, después de una larga enfermedad, informó el gobierno angoleño en su página de Facebook.
El anuncio decía que el entonces presidente durante casi 40 años a partir de 1979 fue "un estadista de gran escala histórica que gobernó (...) la nación angoleña en tiempos muy difíciles".
José Eduardo dos Santos había vivido principalmente en Barcelona desde que renunció en 2017 y, según los informes, había estado recibiendo tratamiento allí por problemas de salud.
El actual jefe de Estado de Angola, Joao Lourenco, anunció cinco días de duelo nacional a partir del viernes, cuando la bandera del país ondeará a media asta y se cancelarán los eventos públicos.
José Eduardo dos Santos llegó al poder cuatro años después de que Angola se independizara de Portugal y se enredara en la Guerra Fría como un campo de batalla indirecto.
Su viaje político abarcó el gobierno marxista de partido único en los años poscoloniales y un sistema democrático de gobierno adoptado en 2008. Renunció voluntariamente cuando su salud comenzó a fallar.
En público, José Eduardo dos Santos era modesto e incluso parecía tímido a veces. Pero era un operador astuto detrás de escena.
Mantuvo un férreo control sobre el palacio presidencial del siglo 17 en Luanda, la capital atlántica del país del sur de África, distribuyendo la riqueza de Angola entre sus generales del ejército y rivales políticos para asegurar su lealtad. Degradó a cualquiera que percibiera que estaba ganando un nivel de popularidad que podría amenazar su mando.
El mayor enemigo de José Eduardo dos Santos durante más de dos décadas fue Jonas Savimbi, líder de los rebeldes de la UNITA, cuya insurgencia guerrillera posterior a la independencia luchó en el monte con el objetivo de derrocar al Movimiento Popular para la Liberación de Angola de José Eduardo dos Santos o MPLA.
LG