Con 23 años, recién comenzando su carrera profesional y en medio de la pandemia del covid-19, Heather Campbell estaba ejerciendo como enfermera al interior del Hospital Universitario de Wishaw, en Lanarkshire, Escocia, cuando comenzó a sentir los efectos del coronavirus, el que se logró detectar luego de tres pruebas.
La joven contó a BBC que estaba trabajando en área de ortopedia, donde lavaba y cuidaba a los pacientes. La gran mayoría no tenía covid-19, aunque en más de alguna ocasión atendió a uno que sí tenía el coronavirus, especialmente cuando la localidad escocesa estaba en medio de la segunda ola de casos. En noviembre del año pasado, su estado de salud comenzó a variar.
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"Empecé a sentirme mal en general, tenía fiebre y dolor de cabeza, no pensé mucho en eso. Tuve una prueba de PCR el sábado porque debía volver al trabajo el lunes, pero fue negativa", dijo la joven al medio británico.
Agregó que "tuve otra prueba de PCR el lunes y fue negativa pero, después de hacer contacto con el trabajo porque tenía síntomas, tuve que aislarme y fue el martes o miércoles que mi prueba dio positivo. Estuve muy mal durante tres semanas después eso y nunca me he recuperado realmente".
Los efectos de la pandemia han sido duros para ella. Tras ocho meses de contagio, revela que no está en las mismas condiciones en las que se encontraba antes, con una fatiga y cansancio que se ha hecho evidentes en cosas cotidianas, que no simbolizan un mayor esfuerzo para la gran mayoría de la población.
"Estoy tan sin aliento, a veces tengo que detenerme cuatro o cinco escalones desde arriba. Ahora tengo inhaladores para la disnea que nunca he tenido, no tengo asma, no tengo ningún problema de salud. Tengo palpitaciones si hago demasiado, si me esfuerzo, me ducho y me seco el cabello. Tengo fiebre todos los días", afirma a la enfermera.
Asegura que "ya no me siento con 23 años, me siento mucho mayor. Me estoy perdiendo mucho, especialmente con mis amigos y esas cosas. Con las restricciones que se están relajando, están comenzando a salir y yo no puedo ir".
Se suponía que ella debía recibir su vacuna el mes pasado, pero fue justamente que días previos a su inoculación nuevamente volvió a dar positivo a coronavirus en Escocia.
El caso de Heather Campbell nuevamente ha puesto en evidencia que el virus pandémico puede atacar y generar riesgos a la edad que sea. Por lo mismo es que los especialistas continúan insistiendo en que es importante continuar con las medidas básicas de higiene e ir a vacunarse contra el covid-19.
OMZI