La hija de un inmigrante jamaiquino y de una inmigrante tamil de la India hizo historia como la primera mujer de la raza negra en competir por la Casa Blanca, para confrontarse contra un magnate inmobiliario que ofreció ejecutar el mayor programa de deportaciones de migrantes de la historia si gana el 5 de noviembre.
“Acepto su nominación a ser presidenta de los Estados Unidos de América, y me comprometo a ganar esta elección”, proclamó en medio de una sonora ovación de pie ante más de 5 mil delegados demócratas, 15 mil periodistas, y miles de visitantes asistentes al foro demócrata en el United Center de Chicago.
“Prometo ser una presidenta para todos los estadounidenses. Siempre pueden confiar en mí”, remató.
Con el tema migratorio en un lugar central en el radar de preocupaciones de los votantes estadunidenses, la vicepresidenta de Estados Unidos colocó su origen inmigrante como punta de lanza para frenar la llegada de Donald Trump al poder y su promesa de endurecer la política migratoria de Estados Unidos.
“Mi madre era una mujer brillante de 1.50 metros de estatura, de color café, que hablaba inglés con un acento, pero mi madre nunca perdió la calma.
"Ella fue fuerte, valiente, pionera en la lucha por la salud de las mujeres y nos enseñó a mi hermana maya y a mí una elección a nunca quejarnos sobre la injusticia, sino a hacer algo al respecto”, sentenció en medio de aplausos y las lágrimas de una mujer afroamericana.
Conocida como campeona por la defensa de los derechos de los migrantes, Kamala fustigó la decisión de Donald Trump de boicotear la más reciente propuesta bipartidista de migración en el Senado de Estados Unidos, que incluía el cierre automático de la frontera con México, en caso de un repunte abrupto de la llegada de indocumentados y restricciones a la política de asilo, entre otras medidas.
“Voy a revivir la ley de partidista de seguridad fronteriza que él asesinó y la voy a promulgar.
"Yo sé que podemos cumplir nuestra orgullosa herencia como una nación de inmigrantes y reformar nuestro descompuesto sistema migratorio. Podemos crear una ruta merecida a la ciudadanía y asegurar nuestra frontera”, insistió.
Aunque Kamala es conocida a nivel nacional en su cargo como vicepresidenta de los Estados Unidos, encuestas muestran que una amplia proporción de votantes desconoce sus planteamientos políticos o su gestión como vicepresidenta.
Con ese trasfondo, Kamala aprovechó la jornada estelar de la convención demócrata para exponer su agenda y los contrastes con las políticas de la pareja republicana de Trump y J.D. Vance.
“Yo luché contra los carteles que trafican armas, drogas y seres humanos, por la seguridad de nuestra frontera y la seguridad de nuestras comunidades.
"Y les voy a decir que estas luchas no fueron sencillas como tampoco las carreras que me pusieron en el cargo. Fuimos sobreestimadas todo el tiempo, pero nunca nos rendimos porque el futuro siempre vale la pena lucharlo. Esa es la lucha en la que estamos ahora, una lucha por el futuro de Estados Unidos”, señaló en su mensaje.
La Convención Demócrata conjuntó a una constelación de luminarias del firmamento progresista de Estados Unidos: Barack y Michelle Obama, Bill y Hillary Clinton, Oprah Winfrey, Bernie Sanders, Elizabeth Warren, así como a legisladores y alguaciles fronterizos.
Durante las cuatro jornadas de la Convención, Donald Trump y JD Vance se convirtieron en la piñata del interminable desfile de oradores demócratas.
En el segundo día de la cita demócrata, Obama acusó a Trump de ser responsable del fracaso de la propuesta bipartidista de migración, a pesar de qué respaldada por el sector más duro del partido republicano, con el propósito de obtener votos electorales, a cambio de mantener una situación de caos en la frontera con México
En su turno, la legisladora mexicano americana de Texas, la abogada demócrata Verionica Escobar acusó Trump, de ser un ignorante de temas fronterizos y de buscar capitalizar la situación con fines electorales.
“Él y sus imitadores republicanos ven la frontera y la inmigración como una oportunidad política que explotar en lugar de un problema que resolver", dijo.
Al término de la convención, los principales sondeos de opinión confirmaron que la intención de voto nacional, aventaja Harris y Tim Walz, no sólo a nivel nacional, sino en los siete principales estados, decisivos o campos de batalla de las elecciones: Arizona, Nevada, Georgia, Wisconsin, Michigan, Pennsylvania y Carolina del Norte
De acuerdo con las encuestas consolidadas del New York Times/Siena College, Harris y Walz se encontraban a la delantera de Trump y JD Vance por dos puntos porcentuales en los siete estados con más probabilidades de decidir la presidencia, en comparación con la ventaja de cinco puntos de Trump frente a Joe Biden en el mes mayo.
HCM