La única sobreviviente del accidente aéreo ocurrido hace once días en La Habana evoluciona con "estabilidad, consciente y en interacción con el medio", aunque permanece ingresada en estado crítico, indicó hoy un nuevo reporte médico sobre su estado de salud.
A Maylén Díaz Almaguer, cubana de 19 años, se le aplica un manejo "intensivo" de su condición clínica y se trabaja en el control de las condiciones que representan riesgos para la aparición de complicaciones, según explicó el director del Hospital Universitario Calixto García donde es atendida, Alberto Martínez.
La joven es la única sobreviviente del vuelo DMJ-972 de Cubana de Aviación que el pasado 18 de mayo se estrelló poco después de despegar del aeropuerto de La Habana causando la muerte de 110 de sus 113 ocupantes y graves heridas a tres mujeres, de las que dos fallecieron en el hospital en la semana posterior al siniestro.
Díaz Almaguer mantiene una respuesta "adecuada y progresiva" al tratamiento y en sus funciones respiratoria, cardiovascular de equilibrio del medio interno, detalló el especialista.
El tratamiento aplicado sobre las lesiones de la joven ha sido efectivo, precisó el director del centro hospitalario, citado por la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
La evolución de Maylén Díaz se sigue con una "estrecha vigilancia" y al equipo médico encargado de su atención se han incorporado especialistas en terapia física, rehabilitación y también psicólogos.
El objetivo es continuar con el tratamiento a los sistemas respiratorio, cardiovascular, locomotor y también en el área psicológica, añadió.
La aeronave siniestrada, arrendada a la compañía mexicana Global Air, cubría la ruta nacional La Habana-Holguín (unos 700 kilómetros al este de la capital).
Los cuerpos de los fallecidos fueron ya identificados mientras una comisión técnica integrada por expertos cubanos con la colaboración de especialistas de México, Estados Unidos y Europa investiga las causas del accidente, el peor que ha sufrido la aviación civil cubana en las últimas tres décadas.
En la catástrofe perdieron la vida 101 cubanos -entre ellos cinco niños- y once extranjeros: dos argentinos, dos saharauis (uno con pasaporte español) y siete mexicanos, de los que seis integraban la tripulación del avión.
JOS