Al menos 54 muertos, 18 desaparecidos y más de 30 mil personas han sido desplazadas por fuertes aguaceros en el sureste de Brasil. Las inundaciones en caminos crearon corrientes rápidas, arrastrado víctimas, vehículos y escombros.
Las tormentas de días recientes han causado además aludes, sumergiendo barrios enteros y deslizando casas cuesta abajo en los estados de Minas Gerais, Espirito Santo y Río de Janeiro. Las lluvias amainaron el lunes, pero se espera que se reanuden esta semana en algunas áreas.
Los evacuados estaban siendo enviados a albergues improvisados en iglesias, escuelas y estaciones de bomberos. Las autoridades locales han pedido donaciones de ropa, sábanas y colchones.
En Minas Gerais, 15 mil personas fueron evacuadas y en Espirito Santo casi 10 mil más, de acuerdo con los rescatistas locales. En Río de Janeiro, al menos 6 mil fueron evacuadas, dijo la prensa local, citando cifras de varias municipalidades. Las autoridades de Río de Janeiro no respondieron de inmediato a un pedido de datos oficiales.
Autoridades locales advirtieron que el área metropolitana de Belo Horizonte, donde viven casi 6 millones de personas, pudiera registrar hasta 100 milímetros (4 pulgadas) de lluvia en los próximos tres días.
La ciudad recibió más de 171 milímetros de lluvia en un período de 24 horas entre jueves y viernes, el mayor volumen en 110 años. Más de 120 municipalidades en el estado de Minas Gerais han declarado estado de emergencia.
dmr