El ministerio del Medio Ambiente de Brasil dijo que continuará sus operaciones para combatir la deforestación y los incendios en el Amazonas y otras regiones, revocando un anuncio previo de que suspendería esas operaciones a partir de este lunes.
La decisión fue publicada en el portal del ministerio el viernes por la noche luego que el vicepresidente Hamilton Mourão dijo que el ministro del Ambiente, Ricardo Salles, se precipitó cuando dijo que el gobierno se había quedado sin dinero para las operaciones contra la deforestación.
Salles había dicho que el ministerio de economía había bloqueado más de 11 millones de dólares para la protección ambiental, algo que habría desmovilizado a más de mil 300 bomberos, centenares de inspectores, seis helicópteros y 10 aviones.
El presidente Jair Bolsonaro y el ministro Salles enfrentan críticas en Brasil y el exterior por promover un "ecocidio" en el Amazonas en momentos en que los incendios y la deforestación aumentan en la región a niveles récord.
La perspectiva de una suspensión de las gestiones protectoras del ministerio del ambiente en el Amazonas y los humedales de Pantanal desató fuertes críticas de parte de activistas ambientales y Mourão, que fue nombrado por Bolsonaro para coordinar los esfuerzos de las fuerzas armadas para combatir los incendios ilegales y las construcciones no autorizadas en la región selvática, no ha evitado el daño ecológico ocasionado por la agroindustria y mineros ilegales.
Mourão dijo a la prensa en Brasilia que ninguna operación sería frenada, pese a las declaraciones de Salles. “Esperamos que lo reconsidere y llegue a la conclusión de que no optó por el mejor curso de acción", dijo el vicepresidente.
Bolsonaro puso al ejército a cargo de proteger la selva tropical en mayo, luego de reclamos internacionales de medidas la raíz de una serie de enormes incendios forestales.
En lugar de ello, The Associated Press constató que la operación llamada “Brasil Verde 2” ha tenido el efecto opuesto. Bajo el comando militar, la destrucción de la selva por granjeros y mineros sólo paró virtualmente, incuso cuando aumentaron los incendios este año. Con la pandemia de coronavirus se ha afectado aún más a las comunidades indígenas que habitan en una de las zonas más biodiversas del planeta.
El ejercito brasileño aparentemente se dedica a decenas de proyectos pequeños de caminos y puentes que permiten el flujo más rápido de las exportaciones a los puertos y facilitan el acceso a las áreas protegidas, abriendo la selva a mayor explotación.
Mientras tanto, no ha realizado operativos mayores contra actividad ilegal desde que Bolsonaro requirió la aprobación militar para las mismas hace varios meses, de acuerdo con funcionarios públicos, reportes desde el área y entrevistas con nueve miembros y ex miembros de la agencia ambiental.
dmr