El gobierno de Chile anunció un plan de cinco etapas para el desconfinamiento gradual de la cuarentena a la mitad de la población por el coronavirus, tras haberse impuesto las restricciones hace cuatro meses.
Sin fijar plazos precisos, el presidente Sebastián Piñera anunció desde el palacio presidencial La Moneda, el plan "Paso a paso" que "será gradual, cauteloso y flexible" y que fija cinco parámetros. La fecha de inicio y avance por etapas dependerá de la situación de cada comunidad y región del país.
La presentación se hizo al cumplirse cinco semanas de cifras alentadoras con un descenso en el número de contagios, muertes y aumento en la capacidad de asistencia sanitaria.
Coronavirus en Chile
La pandemia ha dejado 330 mil 930 contagiados y al menos 8 mil 503 fallecidos en el país, según las últimas cifras del gobierno.
El anuncio se produjo casi 140 días después del primer caso de coronavirus en el país, y al cumplirse 60 días de cuarentena total en Santiago, donde varias comunas han estado con confinamiento selectivo desde el 16 de marzo, convirtiéndose en uno de los países más afectados en América Latina, debajo de Perú, México y Brasil.
“Después de 5 meses de pandemia, y gracias al esfuerzo, sacrificio y aporte de todos, hoy cumplimos 5 semanas de mejoría”, señaló Piñera. “Todos estos esfuerzos y sacrificios son necesarios y están dando frutos”.
En la capital, donde vive casi la mitad de los 18 millones de habitantes de Chile, la apertura gradual dependerá de decisiones con los respectivos alcaldes y sus estadísticas epidemiológicas, de manera progresiva.
¿Cuáles son las cinco etapas de desconfinamiento en Chile?
Las cinco etapas que definen la salida gradual del confinamiento obligatorio y restricciones de movimiento son: "Cuarentena" con movilidad limitada; "Transición", que disminuirá el grado de confinamiento pero evitando una apertura brusca; y "Preparación", donde se levanta la cuarentena pero con excepción de grupos de riesgo. Le siguen "Apertura inicial", que implica el retorno a ciertas actividades sin aglomeraciones; y por último "Apertura avanzada", con más actividades.
El plan sigue recomendaciones de los científicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo Asesor del gobierno, y se “aplicará en forma gradual y flexible", con atención a "la realidad de cada comuna y región”, que según sea el caso podrá ir avanzando o retrocediendo para volver a etapas anteriores.
- La fase 1 del plan sería de cuarentena, que rige en la actualidad para la mitad de la población del país, sobre todo en la capital Santiago, sus alrededores, varias comunas (municipios) centrales, incluyendo las ciudades de Valparaíso, Viña del Mar y Rancagua, y en el norte las de Antofagasta, Iquique y Calama, entre otras zonas. En ella hay restricciones a la movilidad, autorización solamente para actividades esenciales, toques de queda y cordones sanitarios para acceder a ciertas zonas, suspensión de clases y otras actividades, así como cierre de fronteras.
- En una segunda etapa se avanzaría a una transición que reduce el grado de confinamiento y lo mantiene durante los fines de semana y días festivos. El toque de queda sigue vigente, al igual que los cordones sanitarios, pero se permiten las actividades sociales con un máximo de 10 personas.
- En el tercer paso se levanta la cuarentena para toda la población, exceptuando los mayores de 75 años, pero se mantienen el toque de queda y los cordones sanitarios. Se permiten actividades sociales cualquier día de la semana con un máximo de 50 personas.
- En una cuarta fase se autoriza el retorno gradual de las clases presenciales y se retoman ciertas actividades comerciales como cines y teatros, restaurantes y cafés a un 25 por ciento de su capacidad.
- En una quinta etapa de apertura avanzada se permite el traslado a segundas viviendas y la libre circulación de los mayores de 75 años. Se levantan el toque de queda y los cordones sanitarios, se autoriza el retorno a clases presenciales; cafés, cines, teatros y restaurantes pueden funcionar a un 75 por ciento de su capacidad con las debidas precauciones. En esta etapa se reabren gimnasios, bares y discotecas a un 50 por ciento de su capacidad. Los eventos sociales se limitan a 150 personas.
Sobre el plan de reapertura, Piñera enfatizó: en todos los casos "tenemos que aprender a convivir con el coronavirus y no descuidar las medidas de autocuidado".
Por su lado, el ministro de Salud, Enrique Paris, dijo que "avanzar o retroceder de un paso particular a otro dependerá de los indicadores epidemiológicos, red asistencial y trazabilidad", de cada comunidad y la información estará disponible en un sitio oficial en línea del gobierno.
Si bien los hospitales estuvieron presionados con más de 90% de ocupación, no hubo escenas de colapso en sus pasillos o en las morgues, pese a que el país figura desde junio entre las 10 naciones con más contagios y Santiago estuvo como la cuarta capital más afectada en el mundo.
La crisis política: el acceso a retirar dinero de fondos para el retiro
El gobierno chileno recibió el pasado miércoles un duro golpe después de que la Cámara de Diputados aprobara con 13 votos del bloque oficialista un proyecto que permite el retiro anticipado del 10 por ciento de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), conocidas en México como las Afores, como ayuda económica ante la pandemia del coronavirus, iniciativa a la que se opone el Ejecutivo.
Con esta reforma se busca establecer un mecanismo transitorio de retiro parcial anticipado de parte los fondos previsionales, con ocasión de la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus, de tal manera que por única vez los afiliados al sistema de pensiones que lo deseen puedan retirar hasta el 10 por ciento de sus fondos para el retiro.
Desde la oposición, esta reforma es vista como la mejor manera de ofrecer una ayuda inmediata a las personas durante la pandemia y también como el inicio de un futuro cambio estructural de todo el sistema previsional. El Senado votará por la reforma el próximo 20 de julio.
El gobierno, por contra, considera que este proyecto impide que se acometa una reforma estructural del sistema de pensiones y que además favorece principalmente a personas de mayores recursos y no a quienes más lo necesitan en estos momentos de pandemia.
dmr