Ladrones en almacén de oro en Colombia, con chalecos antibalas de antigua corporación

De acuerdo con las autoridades colombianas, los chales antibalas eran usados por un antiguo cuerpo de seguridad en Bogotá; la empresa que los fabricó denunció que fueron manipulados.

El robo trató de perpetrarse en un almacén de Oro en Medellín. (Especial)
Ciudad de México /

Tras el asalto a una bodega de oro en Medellín el pasado jueves, que fue catalogado el robo como si hubiera sido inspirado en la serie de 'La Casa de Papel de Netflix', las investigaciones del caso llevó a que los ladrones usaron chalecos antibalas que eran parte del Fondo de Vigilancia de Bogotá, entidad que en el año 2016 fue liquidada y hacia parte de la Secretaría de Seguridad.

El secretario de Seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto, informó que desde el organismo extinto habrían salido algunos de los chalecos antibalas usados por los ladrones, e informó se ha ha iniciado con las investigaciones respectivas para esclarecer cómo dichos elementos llegaron a manos de los asaltantes.

El propietarios de la compañía que suministraba los equipos a las fuerzas de seguridad, Miguel Caballero, aseguró que desde septiembre denunciaron a la Fiscalía de Colombia una serie de irregularidades con las prendas de la marca, destacando su comercialización y manipulación ilegal. 

“Nosotros, en el mes de septiembre, colocamos unas denuncias ante la Fiscalía, porque unas personas inescrupulosas están vendiendo chalecos vencidos y usadas del Fondo de Vigilancia de Bogotá que ya no existente. Esto fue un contrato de 2012 y de esos chalecos han aparecido en la ciudad y en el país con nuestra marca”, explicó Caballero.

Denunció que los chalecos vistos en el asalto del jueves tenían el número serial adulterado y destacó que la tienda militar ‘Baraya’ sería desde donde se habrían suministrado los elementos, reiterando que fueron terceros quienes hicieron las modificaciones. 

“Nuestra compañía tiene un sistema de código de barras unitario con el cual podemos controlar los seriales de cada uno de los chalecos. Podemos saber quién es el usuario final y si bien nuestra misión es salvar la vida del ser humano, jamás nos hemos prestado para vender productos a la delincuencia o a personas al margen de la ley, la etiqueta fue adulterada, sí es una prenda nuestra vendida al Fondo de Vigilancia de Bogotá”, dijo Miguel Caballero.

Finalizó diciendo que el la adquisición de esos chalecos fueron en 2012 y que dejaron de ser obsoletos con las modificaciones de hoy, pero que la utilización que se les dio, “puede haber una afectación a la reputación de la marca

dmr

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